Ollas que explosionan.
Tal vez un sospechoso con gorra de béisbol.
Sobres conteniendo veneno, no dinero. La toxina más potente, Ricina.
Voces que recuerdan los envíos de antrax en fechas cercanas a los atentados del 11S. Una nueva ola terrorista.
Puestos a elucubrar, ¿podría tener que ver con la Ley de control de armas que el Presidente intenta poner en marcha?. Ayer mismo, el Senado Americano echaba atrás la petición presentada para extender el control de antecedentes.
"Hoy en un día de gran vergüenza para Washington”, ha señalado Obama. “Hace unos meses, tras la tragedia de Newtown, este país adoptó el compromiso de luchar contra la violencia armada. Hace unos minutos, una minoría de senadores ha decidido que proteger a las familias y a los niños no merece la pena" Barack Obama
Proteger a los Americanos, de los americanos.
Y el Senado, dice, NO.
¿Estamos todos locos?
Podemos pensar que hay una confabulación mundial.
Un nuevo orden mundial, una conjura internacional como la que apunta el obispo de Alcalá. Una conjura contra la vida, dice él.
Un nuevo orden mundial, una conjura internacional como la que apunta el obispo de Alcalá. Una conjura contra la vida, dice él.
Una conjura de necios, de locos, digo yo.
Animo y suerte, nos va a hacer falta.
(La desgracia persigue a los americanos. Una explosión en una planta de fertilizantes de Waco (Texas))
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