Por otro lado, me siento como el vidente de las hortalizas, pero con mucho más acierto.
Se me presentan imágenes premonitorias, sea por casualidad o sea por una canción, una película o un libro.
En su momento, comenté a mis más allegados que Donald (el pato no, el otro) y todas sus ideas, serían devorados por sus allegados, por sus "amigos" y seguidores. (M)elon lo tacha de pederasta, de alucinado. Y eran amigüitos.
Veo, elecciones anticipadas y veo, también, a un par de varones o condes o marquesitos, siendo tertulianos en las televisiones autonómicas.
Veo, veo. ¿Tu que ves?
Veo mucha condición humana.
Unos que quieren "fardar" y viven de faroles. Otros queriendo salvar su culo.
Recuerdo al Pequeño Nicolas, y noto la falta de memoria de muchos.
Nos quejamos de las "fake news" y no dejamos de elucubrar (yo mismo).
Mientras, israelitas elevan oraciones a un Dios vengativo y lleno de odio solicitando protección para su pueblo. Ese que masacra a su vecino, su enemigo muerto de hambre.
Representantes de ciudadanos que se esconden y otros que se ponen chulos sin tener en cuenta que están para servir.
Esta mezcolanza de jueces, fiscales, espías de medio pelo y gente pequeña que ocupa sillones demasiado grandes para los que no están preparados, me obliga a darme respuestas que pueden ser erróneas por simplistas.
Somos así. Envidiosos, faltones, chulos, interesados y cada vez con menos valores. Solo tenemos motivos.
Nos llenamos la boca con la desafección a la política, a los medios, a la justicia.
La berenjena, esta callada, pero veo en el centro de su pulpa carnosa que hay deseos oscuros y ocultos. No me representan.
Tenemos mucha suerte y poco esfuerzo.
Las zanahorias discuten entre ellas, pero puede ser que en un rato metan en el lío a la berenjena y acaben a gritos con la cebolla y el tomate.
Mentir como arma. Escupir desde el balcón, Tirar la piedra y esconder la mano. El insulto como escudo.
Hablamos de cloacas con una soltura brutal, sin darnos cuenta de que las alimentamos con nuestras diarreas y vomiteras mentales.
Ese miedo a los distintos, a una lengua, a una creencia o a un color de piel.
Veo mucha condición humana, demasiada. ¡Que pena, que vergüenza!.
El brócoli, calla. Las patatas y los pepinos, no se hablan.
Veo, veo. ¿Tu que ves?
Animo y suerte.
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