sábado, 25 de octubre de 2014

Inocentes, solo inocentes


"muy sencillo, al acabar el cacerío le largo un billete de cien, veinte duritos ¿no?, y él, deje, no se moleste, que yo, te tomas unas copas, hombre, y él, gracias, le he dicho que no, bueno, pues no hubo manera, ¿qué te parece?, que yo recuerdo antes, bueno, hace cuatro días, su mismo padre, Paco, digo, gracias, señorito Iván, o por muchas veces, señorito Iván, otro respeto, que se diría que hoy a los jóvenes les molesta aceptar una jerarquía, pero es lo que yo digo, Ministro, que a lo mejor estoy equivocado, pero el que más y el que menos todos tenemos que acatar una jerarquía, unos debajo y otros arriba, es ley de vida ¿no?".

El señorito Iván, se quejaba así de las nuevas generaciones de siervos. 

Los Santos Inocentes, de Miguel Delibes. Septiembre de 1.981. Una imagen fiel de los años 60. Opresores y oprimidos.

Desprecio, humillación, incultura, resignación.


Una obra que pertenece al denominado realismo poético
La poesía, sustituye a la descripción analítica.

Y esa poesía, se sigue escuchando. Solo un verso, sin rima.
Inocentes, al Norte, al Sur, al Este y al Oeste.
Regula, no deja de repetir...
"ae, a mandar, para eso estamos" 
Animo y suerte.





No hay comentarios:

Publicar un comentario