miércoles, 31 de agosto de 2022

𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐞𝐧𝐯𝐢𝐚𝐫𝐞́ (𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈)



Voces, en la calle, me han despertado. He intentado concentrarme en las aspas del ventilador, por si eso hacía que volviera a dormirme. Una moto, un camión o un vehículo grande.
Estaba cómodo, relajado, pero el sueño no volvía.
Me he levantado y he salido a la terraza. Se podía escuchar el rumor del mar.
Tengo que retomar las lecturas al amanecer.
He entrecerrado los ojos, y las luces se han convertido en pequeñas manchas de colores.
En mi cabeza, esa frase de Frida Kahlo que es como un castigo de boomerang.
Un castigo de ida y vuelta.
𝑶𝒋𝒂𝒍𝒂́ 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒆́𝒔 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐, 𝒗𝒂𝒍𝒈𝒂 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐
Siempre he intentado entender, comprender las actuaciones de los otros. Cuanto más descabelladas me parecían, con más ahínco buscaba una explicación.
No cabía en mi forma de responder, un acto de rechazo, o de disgusto. Seguro que tiene sus razones, me decía.
Algo motiva, al que no responde, si hasta ayer hablaba. Algo le ocurre a quien cambia su forma de actuar.
No es gratuito. Todos buscamos algo, pero debemos hacer caso a Frida. ¿Y lo que pierdes en la búsqueda?
Hubo un tiempo que lo importante, por encima de todos y de todo, era entender, comprender, que buscabas.
Tus cambios de actitud. Tus palabras, que de pronto se convertían en monosílabos, siendo ayer confianza y entrega. Tu falta de interés, tus ganas de huir.
Ya, con la distancia y el tiempo, creí entender que simplemente te buscabas a ti, tu yo, recuperar tu propia vida, crearla. Una vida que no era la que querías o, simplemente, una vida de mentira que habías construido y que no podías mantener como real por más tiempo.
Demasiados difuntos vivos, demasiadas historias de cuento y novela, amontonadas, que no dejaban ver el amanecer, ni la realidad.
Con la distancia y el tiempo, entendí que solo yo estaba perdiendo.
Un mosquito ha zumbado muy cerca. Trato de ahuyentarlo con un manotazo al aire.
Aleixandre escribió:
𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑝𝑎𝑠𝑎.
𝐿𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑐𝑢𝑟𝑟𝑒
𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑎́𝑗𝑎𝑟𝑜.
𝑀𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑎𝑙𝑎𝑠.
𝑀𝑒 𝑎𝑟𝑟𝑒𝑏𝑎𝑡𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎, 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧, 𝑎𝑙 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑔𝑖𝑜.
𝑀𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒 𝑝𝑙𝑢𝑚𝑎
𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑔𝑛𝑜𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑚𝑎𝑟:
𝑒𝑠𝑎𝑠 𝑎𝑔𝑢𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑠𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑛𝑒𝑔𝑟𝑜𝑠
𝑦𝑎 𝑏𝑜𝑟𝑟𝑎𝑛 𝑙𝑜 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑜.
Si, todo pasa
Ojalá que lo que, ahora, estés buscando, valga lo que estas perdiendo. Porque, seguro, volverás a perder.
Cuídate.

domingo, 28 de agosto de 2022

Música en Venus

 


He visto a Venus. Ha sido una revelación, un remanso de paz. Ni el Gallo Jordi ha querido interrumpir el momento.
Rojos anaranjados en el candilazo del amanecer.
Arrebol. Que palabra tan bonita. Y Venus, ahí. Observándolo todo. Casi podría decir que, Venus, sonreía.
Sonreía a ese primer trotador de la mañana, al paseante con mascota, al que camina con el alma encogida, porque él o ella, no estarán a su vuelta.
Al amante, al noctámbulo. A unos, saliendo de cama ajena, a otros, buscando la propia.
A ese cuerpo tendido en la arena, que agotado por el cansancio o por la fiesta, no pudo más.
Los puestos del mercado, con sus sonidos. Barras de hierro chocando, vehículos abriendo y cerrando puertas.
Verduras, cazuelas, especias o pantalones y bañadores. En un rato los toldos se desplegarán y Venus, poco a poco, dejará el protagonismo al sol.
Los rojos, se tornaran en azules brillantes.
Venus me mira. Me enseña un nuevo inicio. A 40 millones de km, sonríe a todas esas minúsculas almas. Agotadas, doloridas, con los ojos húmedos por reír o llorar. Con la piel cansada, de caricias o de esfuerzo. Sonríe a esas miradas de espejo, llenas de preguntas y plagadas de respuestas, de sueños y de certezas.
En ese punto me encuentro, viendo la sonrisa de Venus.
¿Lo has visto hoy?
Tal vez, entre lágrimas.
Releo una de tus frases:
"Estás a un paso de baile hacia la otra no vida ..."
Venus sonríe, escuchando su música. Así será, por siempre.
Animo y suerte.

sábado, 27 de agosto de 2022

Huevo frito

 


Leo una pregunta y entro en bucle:
¿Dejar de lavarse el pelo hace que luego lo tengas más limpio?
Ya ves como me he levantado. Tengo muchas cosas que hacer (cajas, sigue habiendo cajas) y me quedo leyendo lo de lavar el pelo. Que si los folículos pilosos, que si con agua solo lo mojas, que lo del "No Poo" es de guarretes, que si se cae, se rompe...
He visto amanecer mientras, en la calle, el viento movía una lata de refresco y una botella de plástico y el Gallo Jordi seguía con su cacareo. Pedazo de acompañamiento musical.
Segundo café y sigo mirando el cielo. Cielo, sol, mar, ventanas de edificios...
O sea, procrastinando a tope.
Me acabo de dar cuenta que llevo unos minutos en la nada. Me he quedado mirando la puerta y como se mueven las hojas de las plantas de la ventana que da a la cocina.
No, no voy a hacer la lista (no me lo creo) de lo que tengo que hacer que luego alguno se abruma y dice que lo he dejado agotado para todo el día.
¿Algo de desayunar?
¿Unos huevos fritos? Se me excita todo. Error, no hay pan. lo dejamos para más tarde.
¡Que fuerrrte! ¡Que fuerrrrte! En Hungría:
Dificultar la formación de parejas, minusvalorar las "capacidades masculinas" en la educación o causar "problemas mentales" en los varones.
A ver, a ver. Esto no lo habrá escrito el mismo bobochorras de la Carta al Director del ABC de Sevilla. ¿No?. Si, ese que decía:
"¡qué lejanos quedan aquellos tiempos en que las mujeres eran femeninas, dulces y vivían entregadas a la honrosísima tarea de obedecer a su marido y cuidar de su casa y de sus hijos!"
Conclusión, el tal Fernando Alés Villota (así se identifica el escritor) debería irse a vivir a Hungría, que igual hasta le encaja.
Ves, ves, he hecho trabajar el cerebro. Y eso, duele.
Creo que me iré a lavar el pelo y después, a por pan.
Mira, un pájaro.
Animo y suerte.

viernes, 26 de agosto de 2022

No somos nada

 


No es la mejor foto. Pero en mi cabeza, si.
Mirar al cielo. Ni una sola nube. Solo unos puntos titilantes.
Me gustaría conocer las constelaciones y poderlas encontrar.
La osa Mayor, la menor, Tauro, Orión, Leo, Can Mayor, Casiopea, la Cruz del Sur...
Si estiras tu mano, parece que puedes tocarlas. Estirar la mano 75, 80, años luz.
Estrellas que en algunos casos son más brillantes que el sol.
Estrella de neutrones, enana naranja, amarilla, blanca, marrón, azul, negra, subenana, subgigante, gigante, gigante luminosa, supergigante, supergigante luminosa, hipergigante.
No, los científicos no han sido ni muy poéticos ni muy imaginativos a la hora de tipificar las estrellas.
Y ya no te digo nada, de sus tamaños, sus densidades y la distancia que las separa de nosotros.
El diámetro de la Tierra es de 12700 km. El del sol, rondan los 1,3 millones de kilómetros.
Hay una, UY Scuti, la estrella más grande de nuestra galaxia. Situada a 9500 años luz y con un diámetro de 2400 millones de km. ¿Te imaginas?
No, no te lo puedes imaginar. No has estado, nunca, ante algo de tal magnitud.
Y a ti te parece largo el viaje hasta la playa.
Todo eso, allá afuera. Y tu ahí, embobado, mirando al cielo y tomando café.
No somos nada. Hay que joderse.
Animo y suerte.

jueves, 25 de agosto de 2022

Alas blancas, alas negras.



Tal vez, ayer, no era yo.
Por casualidad, releí un texto de los publicados hace tiempo.
Me sorprendí leyendo a alguien que no conocía, o mejor, leyendo algo que no reconocí como propio.
Heráclito afirmaba que nadie puede bañarse dos veces en un mismo rio. Porque aunque aparentemente el río es el mismo, su cauce, el agua que corre por él, han cambiado.
“En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos (los mismos)”
Ayer, fui consciente de mi cambio. Un yo, que nace y se destruye cada día, cada hora, cada minuto.
Floto, fluyo, con mayor o menor fortuna, en aguas cambiantes.
He reducido elementos en la ecuación. No hay más camino que aquel que se abre ante mi.
Empinado o en descenso. Hoy, cómodo. Mañana, con lluvia y embarrado.
Si, frente al espejo, puedo reconocerme en la destrucción. Y al instante, me veo, distinto, otro, el de hace un instante. Nuevo, aunque la garantía dejo de tener validez hace tiempo.
El próximo enero se cumplirán diez años del inicio de esta terapia.
Gritar en silencio. Escribir mi sermón, en mi desierto.
Tal vez, ayer, no era yo. Tal vez, nunca soy yo. Es otro el que ocupa mi lugar, el que teclea, el que siente dolor, alegría, tristeza, odio, melancolía.
Mientras yo, simplemente, sirvo de cascara, de funda, de recipiente.
Se acaba agosto y llega el mes que siempre, y desde siempre, ha marcado la catarsis, el cambio.
En el calendario romano, era el séptimo mes. El año comenzaba en marzo.
Con la aportación del calendario Juliano, paso a ocupar la novena posición.
En la iglesia católica, es el mes dedicado a los ángeles.
Ángeles que en cualquier momento, pueden ser demonios. Ángeles caídos.
Hubo 200 ángeles caídos. Yekun, Kesabel, Azazel, Shamsiel, Gadreel, Tamiel, Remiel, Azkeel, Agniel, Akibeel, Araziel...
Vuelvo a no ser yo. Alas blancas, alas negras.
He salido a por un café. Preparo la maleta, abro la ventana, extiendo las alas, y echo a volar. ¿Vienes?
Animo y suerte.

sábado, 20 de agosto de 2022

Canard à La Presse



Cada día deberíamos levantarnos con algún plan loco. O al menos, fuera de lo cotidiano.
O tal vez, simplemente, levantarnos con ganas de algo.
Algo motivador, incluso excéntrico. Un plan o una apetencia que resulte excitante.
Para alguien, más o menos sedentario, podría servir el deseo de escalar una montaña.
A otro, que conduce con precaución y mesura, visitar un circuito de carreras y pilotar un coche potente a gran velocidad.
Mirar, desde tu ventana, el enjambre de casas que te rodean y desear estar en la cubierta de un barco, saltando sobre las olas de un lejano océano.
Mi problema es que no me levanto solo con un plan, sino que tengo lista de espera. Son tantos los que quiero hacer. Son tantos los que tengo ganas de realizar.
No hablo de sueños, no hablo de cosas imposibles o casi imposibles de cumplir.
Llámalo objetivos. Llámalo, antojos.
Claro, estoy de acuerdo contigo, para conseguir muchos de esos antojos hay algunos inconvenientes. El tiempo, es uno de ellos. Otro, el coste. Si, si, vale. Muchos pueden ser gratuitos (esos que dicen que lo realmente importante no vale dinero) y solo hace falta tener "ganas".
Los que me conocen, saben de algunos de mis antojos que convierto en planes, y por consiguiente en objetivos a conseguir.
Os cuento uno nuevo. Ya está en la lista.
Quiero ir al restaurante Marchal, en Copenhague.
Tengo ganas de probar su Canard à La Presse.
Un plato tradicional francés, desarrollado por el restaurante parisino Tour d'Argnet, y que consiste en varias partes de un pato servidas con una salsa hecha con su sangre y tuétano, que se extrae con la ayuda de una prensa. Ha sido considerado «el culmen de la elegancia»
¿Cómo lo ves?
Claro está que, dentro de este antojo, he añadido alguna cosita más de su carta. El helado de vainilla con trufa blanca, o la sorpresa de caviar con langosta y alcachofa de Jerusalén, entre otros.
Y, ahora, me voy a poner un café y ver cuando reservo. Habrá que ahorrar, para el viaje, para la habitación en el Hotel D’Angleterre, que ofrece vistas a la Kongens Nytorv, y para alguna otra insensatez que seguro se me ocurre.
¡Ala!. Que tengáis un buen día y sobre todo, ganas. Que nos sobren ganas.
Animo y suerte.

viernes, 19 de agosto de 2022

Noticias y drogas



Ayer, con esto de no poder moverme demasiado, me dí atracón de televisión.
Simplemente brutal.
Daba igual la cadena por la que pasara. El interés o la importancia que se aplicaba a las noticias estaba basada en alguna regla absurda que no llegué a entender.
Si, puede ser que mi falta de costumbre en esta actividad colaborara a mi perplejidad.
El tren amenazado por las llamas en Bejis. Búsqueda de culpables, valoraciones de pasajeros. Unos, que solo había matojos ardiendo y que el sitio más seguro era el vagón. Otros que se sintieron encarcelados. Una y otra vez. Conexiones desde el lugar de los hechos. Ahora hablamos con un vecino de uno de los pasajeros, ahora, con su primo.
Miedo, pánico. Conjeturas.
Homenaje a las victimas del 17-A. Los "indepedes" a su bola. Borrás, haciendo el paseíllo y saludando a su "público". Lágrimas, dolor, vergüenza ajena. Rufián, mosqueado.
Los insultos de la alcaldesa de Béjar (42 habitantes), a un vecino discapacitado: "Tonto, payaso". En portada.
El cura de San Pedro (Albacete), ha copado los informativos con su gran homilía.
Localidad de unos 1200 habitantes que, a no ser por su párroco, sería conocida por las fritillas, el ajo de mataero, los caracoles en su salsa, el atascaburras, las tajás de tocino, el ajopringue, el pisto y el conejo al ajillo.
Y claro, como colofón, los terraplanistas. Que si tu no has visto la tierra desde el espacio, que si yo soy científico y tu no.
¡Cachis!. Me faltaba una. El tren turístico que volcó en Mallorca.
Vale, si. Son todos temas importantísimos, para algunos.
Seguramente es que estamos en agosto y las noticias las gestionan los suplentes y los becarios. O puede ser que, el que esté tonto y haga el payaso, sea yo.
¿Me estaré pasando con el Nolotil y el Naproxeno?
Animo y suerte.
Pdta.: Duele menos, pero duele.

jueves, 18 de agosto de 2022

Naproxeno y Nolotil



¿Cómo era aquello?
¿La vida es eso que pasa mientras tu haces otros planes?
Ayer, con el día planificado, todo se detuvo. Y menos mal que se detuvo.
Un accidente estúpido, por no decir que la vida tenía sus planes y no coincidían con los míos, hizo que acabara en los servicios de urgencias de un hospital.
Podía haber sido peor, si.
No entro en detalles, pero serán seguramente de cinco a ocho días de Naproxeno y Nolotil.
Movilidad, relativamente disminuida.
Habrá que ralentizar los tiempos de ejecución, tener cuidado con los movimientos y dosis de paciencia.
Quería haber preparado una fideuá, comprar algo de pescado, hacer un fumet rico. Pero, acabé merendando/comiendo a muy última hora de la tarde.
Jessica, la doctora que me atendió, fue amable, educada y comprensiva.
- Reposo. No abuse del Naproxeno.
El cielo, hoy, estaba precioso al amanecer. Todo a cámara lenta.
Sentarme, levantarme, lo de "girar" ya es otro cantar. Toser, un infierno. Tal vez de un paseo por el apartamento, de la puerta de entrada, al balcón y vuelta.
Las actividades previstas para hoy serán sin mi.
Seguramente, Jessica, volverá a tener una sala de espera hasta las trancas. Con gente, como yo, maldiciendo al sanitario que ha hecho el triaje y no ha considerado que "lo suyo" es lo más importante del mundo. Contusiones, erupciones, mal estar, torceduras, incluso cosas realmente serias.
Los servicios de urgencia, pelean contra la vida. Colaboran en que nuestros planes, se retomen, sigan.
Unas vacaciones, no pueden detenerse por una gastroenteritis. Ni tus planes, irse al carajo, por meter la pata.
Ayer, de 13:30 a 18:37, la vida hizo lo que le dio la gana. Pero a partir de ahí, lentamente, con cuidado, seguimos.
Gracias, Jessica.
Animo y suerte.
#naproxenoynolotil
#100cafesmasconunputovirus
#100cafesy2000paracetamoles
#100cafesmas 

miércoles, 17 de agosto de 2022

Un nuevo día



Ha refrescado. Es la gran noticia.
Hoy, el amanecer ha sido ventoso, nada extraño en esta zona donde los arboles son guapos (como la canción de Pedro Navaja) y existen casi "tumbaos".
Sigo viendo cajas sin abrir. Iba a decir, por todos los rincones, pero tampoco son tantos los rincones.
Cambios, muchos cambios.
Dudas, muchas dudas.
¿Empadronarse o contemporizar?
El camino a Ítaca continúa. Planes, que estaban aletargados, vuelven.
Septiembre, como siempre, se prevé como arranque de muchas cosas, cambios interiores y también miradas. Mirar, ver, de otra forma.
Afuera sopla el aire.
Caminaré, sintiéndome extranjero.
Me quedaré mirando la ferretería del otro lado de la calle, como si no la hubiera visto jamás.
Gente en pantalón corto y color rosado. Gente con camisetas blancas y color oscuro.
Lunes, miércoles y viernes, por la tarde, pescado de playa.
- No traen mucha cosa. Es el calentamiento ese.
Anoche, drones y fuegos artificiales.
Casi todas las mañanas, desgaste de zapatillas. Mirando, viendo, observando, como si todo fuera nuevo, un decorado construido para la ocasión.
El domingo, mercado.
Hay que poner las lámparas, falta un armario.
Respira, con calma.
¿Y para comer?
Otro café.
Un nuevo y maravilloso día por disfrutar.
¡Vamos!
Animo y suerte.

martes, 16 de agosto de 2022

Obsesión de amor



Puede oírse el mar.
El ruido se amaina, pero está ahí.
Un sorbo de café y lo que ayer me leías:
𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒕𝒊𝒈𝒓𝒆 𝒔𝒊𝒏 𝒓𝒂𝒚𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒓𝒊𝒑𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒐́ 𝒅𝒆 𝒗𝒐𝒎𝒊𝒕𝒂𝒓 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐, 𝒖𝒏 𝒑𝒂́𝒋𝒂𝒓𝒐 𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒄𝒉𝒂𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒓𝒆𝒄𝒉𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒕𝒂𝒔 𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒄𝒉𝒂𝒅𝒐, 𝒚 𝒅𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓𝒑𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒃𝒓𝒂𝒛𝒐 𝒊𝒛𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒍𝒂𝒏𝒛𝒂𝒏 𝒍𝒂 𝒃𝒐𝒄𝒂 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒂 𝒑𝒂 𝒂𝒈𝒂𝒓𝒓𝒂𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓: 𝒚𝒐 𝒅𝒊𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓
𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒐 𝒍𝒐𝒄𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒓 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒈𝒂𝒓𝒓𝒐 𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒒𝒖𝒊𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒂 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒅𝒆 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒆𝒂
𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒒𝒖𝒆
𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂𝒔 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆𝒏 𝒎𝒂́𝒔 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂𝒔 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒗𝒊́𝒂
𝒚 𝒚𝒐 𝒅𝒊𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓
𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖 𝒓𝒂𝒃𝒊𝒂 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒓𝒆𝒏𝒄𝒐𝒓
𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒏 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒕𝒂𝒅𝒂
𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏 𝒂 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂𝒓𝒎𝒆
𝒅𝒆𝒋𝒂𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒕𝒂𝒅𝒆𝒔
𝒊𝒓 𝒂 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂𝒓𝒐𝒔
𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒎𝒑𝒍𝒆𝒂𝒏̃𝒐𝒔
𝒃𝒆𝒃𝒆𝒓 𝒗𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒓𝒊́𝒐
𝒆𝒏𝒄𝒆𝒓𝒓𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏
𝒃𝒂𝒏̃𝒂𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒓 𝒕𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒐𝒊́𝒅𝒐𝒔
𝒄𝒐𝒎𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆𝒔𝒐 𝒋𝒖𝒏𝒕𝒂𝒔 𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔
𝒇𝒖𝒎𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒎𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒅𝒐𝒓𝒎𝒊𝒓
𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒊𝒆𝒈𝒖𝒆𝒔 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔
𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒊𝒈𝒂𝒍𝒂
𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒏𝒔𝒂𝒍𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒈𝒂𝒓𝒃𝒂𝒏𝒛𝒐𝒔
𝒅𝒐𝒓𝒎𝒊𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔
𝒅𝒐𝒓𝒎𝒊𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆
𝒇𝒖𝒎𝒂𝒓 𝒖𝒏 𝒄𝒊𝒈𝒂𝒓𝒓𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒕𝒆𝒋𝒂𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒕𝒖 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂
𝒂𝒄𝒂𝒎𝒑𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒍𝒂𝒚𝒂
𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒑𝒆𝒓𝒓𝒂
Mara Sannia - 𝖮𝖻𝗌𝖾𝗌𝗂𝗈́𝗇 𝖽𝖾 𝖺𝗆𝗈𝗋 - 𝖠𝗀𝗈𝗌𝗍𝗈 𝟤𝟢𝟤𝟤
El camino está ahí. Sigue.
Gracias.
Animo y suerte.