sábado, 30 de noviembre de 2024

Ls besos se dan en la bca



Mis amaneceres, estos días, comienzan con lectura.
Hoy, he leído varias páginas de "𝘼𝙡 𝙣𝙤𝙧𝙩𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙖𝙣̃𝙖, 𝙖𝙡 𝙨𝙪𝙧 𝙚𝙡 𝙡𝙖𝙜𝙤, 𝙖𝙡 𝙤𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤, 𝙖𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙚𝙡 𝙧𝙞𝙤" de László Krasnahorkai y algunos poemas de Elsa Moreno de su poemario "𝙀𝙣 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙡𝙞𝙢𝙞́𝙩𝙧𝙤𝙛𝙚".
Con László voy acompañando al príncipe Genji, abandonando la ciudad de Kioto.
Y, gracias a Elsa, he aprendido porque los besos se dan en la boca.
Un café. Hace buen día, soleado.
He recordado mi última conversación de trabajo, ayer, a muy ultima hora.
Gafas de sol, pantalón corto y gorrilla.
Oír la radio sin escuchar, llegar al mar. Ver el restaño del sol sobre el agua. Las calas. Los paseantes. Alguna llamada. Trabajo relajado. Esa es mi agenda.
Noto las gotas de sudor. A la sombra, esas gotas se congelan y me erizan la piel.
Ya de vuelta, lleno mi copa de vino y me preparo algo para picar. Son las doce, es la hora.
Queso crema, con pimienta y curry. Intento que los triángulos de maíz no se rompan, sin éxito, al rebañar el queso.
Tengo que limpiar el teclado de este ordenador, la "o" no funciona bien y debo presionarla dos veces, al menos, para que salga.
¡Vaya cantidad de "oes"!
Tenemos cata del cordero navideño. Si es bueno, lo encargaremos en la carnicería halal. Curioso ¿verdad?.
El único preocupado de este tema será el cordero. Igual que en el día de Acción de gracias, el pavo tendría mucho que decir.
Saturado de las noticias. De "tómate la pastilla" o de "ancha es Castilla". De "me gusta la fruta" o de "hijo de puta".
Si, la mesa hecha un desastre, como siempre.
Cre que me podré otra cpa de vino, saldré al jardín y repasaré los menús. Tengo que preparar la parte vegana, los picoteos, tmatitos confitados, la macedonia de frutas con especias y el tiramisú.
¡Maldita tecla!
Anim y suerte.
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jueves, 28 de noviembre de 2024

La maleta verde



El jardín se va llenando de adornos navideños. Una gran estrella luminosa, será el centro de atención.
A la izquierda, la alta escalera, que en verano sirve de sujeción a la ducha, se ha llenado de diminutas luces.
Adornos de eucalipto y ramas de abeto llenarán los pasamanos de la escalera. En la terraza exterior, un pequeño rincón, servirá para comer boniatos asado y tomar un vino caliente.
Mensajes de trabajo.
Un café, otro.
Reviso documentos. Trato de darles sentido en un plan.
Una llamada pendiente.
Hablamos de decisiones, de soledad, de volar. De ceder o de dirigir. Del horario de las piscinas y de que siempre, lo que ocurre, es el cambio.
De ser paciente en el camino y estar preparado para asumir una nueva dirección, aunque el camino sea más largo o más empinado. Saber entender a Heráclito: "Lo único constante es el cambio". Lo dijo hace 2500 años.
Aunque tu no hagas nada, tu entorno cambia y tu, con él.
Trato de buscar paralelismos pero me doy cuenta de que es imposible que existan. No es el mismo momento, no somos la misma persona.
Vivimos arrastrando maletas,(https://con.saborencristal.com/2022/11/volar.html) buscando nuestro lugar, ese al que volver, al que ir o todo lo contrario, huyendo de él a alguno mejor que nos permita ser, latir. Maletas grandes, pequeñas. Guardamuebles perdidos por el mundo.
Aquel libro que dejé en Ámsterdam, aquel corazón roto en Barcelona, aquella camisa que me gustaba tanto, aquel perfume que no he vuelto a oler sobre su piel.
Objetos y sentimientos que podrían llenar una oficina de objetos perdidos.
Mejor, "Objetos encontrados". Solo objetos. Me entra la melancolía.
Aquel olor a colonia fresca en los pañuelos con iniciales bordadas. Tan finos, tan suaves, para que cuando el resfriado se instalara, no dañara nuestra piel.
Los vasos de agua bebidos a grandes tragos, en las tardes de verano, para volver a salir corriendo a la calle a jugar.
Aquella arena que se metía por todas partes mientras nos besábamos. Tal vez las estrellas, o el Papa Luna puedan dar alguna pista de donde quedó.
La mirada furtiva, una sonrisa disimulada que lo dijo todo y no llego a nada.
Todo está en la maleta verde. Esa que lleva conmigo desde que empecé a volar.
No es muy grande, pero cabe lo que perdí, lo que olvidé y lo que fui encontrando. Todo está ahí.
En muy pocos días, volverá a sonar Chris Rea y la maleta se abrirá. Aparecerán, personas, olores, sentimientos, lugares y aquel pequeño volante de juguete que nos servía para hacer una cadena y bailar en el salón.

Driving home for Christmas
With a thousand memories
I take look at the driver next to me
He's just the same
He's driving home, driving home

La lavadora ha terminado. Tengo que tender.
Esa maleta verde. Ni grande, ni pequeña. Ábrela y mira dentro. Todo lo que perdiste u olvidaste. Todo está ahí. Sigue llenándola.
Animo y suerte.
*Fragmento de Driving home from Christmas. Chris Rea.
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martes, 26 de noviembre de 2024

Mariposa de noviembre



Hubo una época en la que me sumé a la frase de "debes ser un hombre de provecho", y me esforcé mucho para conseguirlo.
Con el paso del tiempo, la valoración de los distintos tipos de fiestas y eventos, me llamaron poderosamente la atención y ocuparon lugar principal en mi actividad.
Mientras otros amigos y compañeros conseguían compaginar sus estudios de "hombre/mujer de provecho" con otras actividades más lúdicas, yo obtenía honores cum laude en estas últimas.
Colócate en un banco, en el Ayuntamiento, me repetía mi bien intencionada y preocupada familia.
Llegó el periodo de las oposiciones. Objetivo: Caja de ahorros.
Algunos, llegaron a ser jueces, otros, abogados o ingenieros, incluso alguno/alguna entraron en política.
Mientras, yo recorría varias universidades sin tener muy claro que era aquello de ser "de provecho" y menos aún, a quien beneficiaba.
Al final, todo se consiguió. De forma poco regular, he de decir, pero a partir de aquel momento, me sentí liberado de ser ese "hombre de provecho" que todos me pedían. Y las preguntas recibieron respuesta.
Seguro que te suena: «𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒖𝒔 𝒏𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒄𝒊𝒕 𝒎𝒐𝒏𝒂𝒄𝒉𝒖𝒎». El hábito no hace al monje.
Médic@, biólog@, astronauta o filósof@. Nadie lleva sus títulos tatuados en la frente pero, irremediablemente, cuando conocemos esa información ¿mantenemos la valoración de la persona?. Piénsalo, no te contestes tan rápido.
Jueces 𝑏𝑜𝑐𝑎𝑐ℎ𝑎𝑛𝑐𝑙𝑎, intelectuales pederastas, políticos que llevan a los tribunales al Consejo de Transparencia para no dar a conocer su verdadero currículo, no sea que se note demasiado su posición de impostor. Presidentes de comunidades autónomas, que sueñan con ser artistas, cantantes o músicos en Eurovisión. Otros, luchan sin sentido entre persona y personaje, dicen.
¿En cuanto valoramos a la persona? ¿Cuánto valoramos al personaje?
Buena gente, gente buena. Sin título, ni profesión. Están, son.
Enfermedades que no saben de formación ni de profesión. Estupidez, 𝑐𝑢𝑛̃𝑎𝑑𝑖𝑠𝑚𝑜, mentira, maldad, envidia.
¿A cuantas personas admiras? ¿Sabes cual es su formación?
Termina noviembre y hay mariposas en el jardín.
La mesa de la cocina se llena de adornos navideños, de ramas de eucalipto y de abeto. Pondré la escalera de madera, la grande, cubierta de luces cerca de la entrada.
Saldré a caminar, hasta llegar al mar, haciéndome preguntas.
Un saludo, otro, otro más.
Es el corazón y no el cerebro, lo que humaniza al ser humano, dijo Pascal.
¿Quién sois? ¿Quién soy?
𝑴𝒂𝒓𝒊-𝒎𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆
𝑽𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒋𝒂𝒓𝒅𝒊́𝒏
𝑼𝒏 𝒓𝒂𝒄𝒊𝒎𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔
𝑫𝒆 𝒕𝒖 𝒑𝒂𝒓𝒓𝒂, 𝒚𝒐 𝒄𝒐𝒈𝒊́
𝑴𝒂𝒓𝒊-𝒎𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆
𝑷𝒂𝒓𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔
𝑽𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂, 𝒗𝒐𝒛 𝒚 𝒈𝒖𝒊𝒕𝒂𝒓𝒓𝒂
𝑫𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔
Animo y suerte.
*Fragmento de Mariposa de noviembre - Luis Pastor

martes, 19 de noviembre de 2024

Un texto como otro cualquiera



Esta amaneciendo. Salgo a la terraza, que podría ser cualquier terraza, rodeada de otras terrazas, de patios interiores y de chimeneas, de patios interiores con jardín, con palmeras, con piscinas.

Cada chimenea, delimita un tejado, una tonalidad. Paredes interiores recubiertas de verde exuberante.

Terrazas que escalan terrazas. Y, al fondo, un reloj marca las 7:45. Como cualquier otro reloj, como cualquier otro día.

La Iglesia de San Alonso Rodríguez. Dos santos y un beato. Alonso, Catalina y Ramón.

Poco a poco, el color de los tejados cambia con la luz del sol. Como cualquier otro amanecer, de cualquier otro día.

Arriba, en el frontal de la Iglesia, solo queda el soporte de Catalina. La alcanzó un rayo y el muñón de su cuerpo le rinde homenaje.

Gatos negros, pardos, rojizos, se mueven de un muro a otro buscando los favores de los vecinos como otros gatos, en cualquier otro lugar, cualquier otro día.

Un café más.

Y comeremos ensaimada y sobrasada, y pediremos una “coca de cuarto” con helado de fresa o de leche merengada. Compraremos especias para el “arrós brut” y hablaremos de la “dama emparedada”. Del 11 del 11, con su “ocho” de rosetones en la catedral.

Y mañana, las terrazas seguirán ahí como cualquier otro día rodeadas de mar por todas partes.

Ánimo y suerte.

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domingo, 17 de noviembre de 2024

Gastar la vida



“Yo me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo, pero estuve entretenido”
Siento paz mientras escucho las palabras de ese anciano.
Habla de vida y de muerte como quien te explica como cultivar tomates, o girasoles. Te da todos los datos para mirar de otra manera cada amanecer.
A la vez, me castiga.
Debemos tener un propósito, dar un sentido a nuestra vida.
Tal vez, lo que ese hombre de pelo cano, ojos diminutos y boca desdentada pretende, es remover mi conciencia. Y no la mía específicamente. No nos conocemos ni hemos coincidido en ningún lugar. La de todo el que le escuche.
Gastar la vida, como dice él, soñando.
Si, ser libre, es hacer de tu vida lo que se te antoja.
¿Y que es vivir?
Ahí, como si fuera una lección aprendida de tanto explicarla o de tanto "vivirla", se levanta el telón y vuelvo a sentir paz.
Vivir es amar.
Ni tu, ni yo somos culpables del mundo en el que vivimos.
No he dormido bien. Llevo semanas así.
Yo no tengo deudas que cobrar, como usted, señor.
Ni errores que hagan de mis noches pesadilla.
Puedo dormir tranquilo, aunque a base de valeriana, manzanilla, poleo o "duermebien".
No quiero la razón, ni la busco.
La vida es demasiado hermosa como para no disfrutarla.
Incluso en la madrugada, buscando el modo de dormir con una infusión, con un libro o con un Gladiador que lucha en la arena.
Si, será que sintetizo mal el triptófano y eso conlleva una baja producción de melatonina.
Será.
Busco energía y estímulo. Esa que dice un tocayo, Aramburu, que él ha perdido.
Sentirse como un paraguas abierto en el huracán, con poco triptófano. Dan ganas de dejar de jugar a este juego en el que todos corren, no hay reglas, ni balón.
Será la melatonina, seguro.
Animo y suerte.

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jueves, 14 de noviembre de 2024

Maldad



En aquella película de 1971, su protagonista, Alex DeLarge (Malcolm McDowell), un delincuente juvenil que disfrutaba de escuchar música clásica (en especial a Beethoven), el sexo, las drogas y la «ultraviolencia», acepta someterse a una terapia para salir de la cárcel.
La técnica o 𝐦𝐞́𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐋𝐮𝐝𝐨𝐯𝐢𝐜𝐨 es una terapia (ficticia) de aversión asistida por drogas para "curar" la violencia en los seres humanos.
La violencia.
¿Y la maldad?
Las leyes, castigan los crímenes. Se supone que lo criminal lleva implícita la maldad.
Pero no llegamos a tenerlo del todo claro. No es fácil condenar directamente.
Hay circunstancias agravantes como ejecutar el hecho con alevosía. Utilizar disfraz, ejercer abuso de superioridad y aprovechar las circunstancias de tiempo y lugar o auxilio, para debilitar la defensa del ofendido o facilitar la impunidad del actor.
Actuar por precio, promesa o recompensa. Cometer el delito por motivos racistas, antisemitas o discriminatorios. Actuar con ensañamiento.
Obrar con abuso de confianza o prevalerse del carácter público del culpable y claro, la reincidencia.
La anomalía psíquica, la intoxicación plena de alcohol o drogas, el síndrome de abstinencia, la alteración de la percepción, la legítima defensa, el estado de necesidad, el miedo insuperable o el cumplimiento del deber, son eximentes de responsabilidad criminal a las que hay que añadir las posibles circunstancias atenuantes.
Escuchaba ayer a alguien que considero persona cabal y con criterio decir que se sentía:
𝘈𝘣𝘢𝘵𝘪𝘥𝘰, 𝘱𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘺 𝘤𝘢𝘣𝘳𝘦𝘢𝘥𝘰.
Llevo días sintiéndome así.
¿Cómo luchar contra la maldad, del que miente, del que engaña?
La anomalía psíquica, la alteración de la percepción, el miedo insuperable o el afán de salvar el culo. ¿Será un virus desconocido?
¿Cómo proteger a la víctima de toda esa maldad?
Regreso a 𝑳𝒂 𝑵𝒂𝒓𝒂𝒏𝒋𝒂 𝒎𝒆𝒄𝒂́𝒏𝒊𝒄𝒂 y escucho de fondo la música de aquel surrealista final, el último movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven.
¡Vamos a vencer!, a los malos, algún día. Es cuestión de tiempo.
Ánimo y suerte.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Seres de luz



No soy un ser de luz, ni mucho menos.
No irradio positividad, no doy buen rollo.
En muchas ocasiones soy todo lo contrario.
Si bien, el "para ti la perra gorda", cada vez lo tengo más en la punta de la lengua.
Pensar, "que te den" y "yo no soy tu universidad", son buenos sustitutos, pero cansa.
Ese "cuñadismo" de sentar cátedra, de levantar banderas que ni te has preocupado a que patria pertenecen.
¿Quién es el pueblo y quien lo conforma?
Leo sobre aquel, viejuno ya, NOM. Nuevo orden Mundial, representado por el Club Bilderberg.
Escucho como los científicos son llamados herejes y que una inversión de unos cientos de millones, podría haber reducido probablemente la perdida de vidas y también las decenas o centenas de miles de millones que costará poner tiritas en las grietas de las destrozadas almas de los damnificados.
No te olvides de Haití, nos repetían. Volcanes, maremotos, virus, terrorismo y guerra. Montañas de cuerpos en la tierra y en el mar conforman algo más de dos décadas de este siglo.
No. No soy un ser de luz.
¿Te imaginas?
Ya no hay casas, ni coches, ni hipotecas, ni política. No hay nada, solo la oscuridad.
Esa "energía" desconocida que creo el inicio de esto, ha hecho "reset".
Una de esas "burbujas", extremadamente condensada y muchísimo más pequeña que un átomo, estallará repentinamente.
Un nuevo Big Band, desatará una temperatura altísima, y desde ese instante el Universo se extenderá de nuevo, creando a la vez el espacio y el tiempo.
Después vendrá la explosión de una supernova (otra), y todo volverá a empezar.
Los científicos calculan que el fin del mundo ocurrirá dentro de unos 6.000-8.000 millones de años pero, para entonces, la humanidad ya llevará unos 2.000 o 3.000 millones de años extinguida. Tu y yo, seguro que entonces seremos seres de luz.
Creo que saldré al jardín, ha bajado la temperatura, la luna esta preciosa en creciente y las bombillas dan ambiente de fiesta.
Animo y suerte.
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sábado, 9 de noviembre de 2024

Gusanos y héroes

 



Bajo un sol de noviembre, busco mi terapia.
Hay cientos de textos empezados y abortados por falta de ganas, por apatía o por olvido.
Comienzo a escribir y una llamada o alguna actividad en la planta baja, en el garaje o en jardín me saca de mi tiempo de sanación.
Este, se quedó sin acabar. Puede que sea de mayo de este año, aunque una vez leído, puede ser de hoy, o de ayer perfectamente. Encaja.
𝗛𝗮 𝗹𝗹𝗼𝘃𝗶𝗱𝗼. 𝗟𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗷𝗶𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝘀𝗼𝗳𝗮́ 𝗱𝗲𝗹 𝗷𝗮𝗿𝗱𝗶́𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗲𝗺𝗽𝗮𝗽𝗮𝗱𝗼𝘀. 𝗦𝗲 𝗻𝗼𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗺𝗮𝘀𝗶𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘁𝗶𝗲𝗿𝗿𝗮. 𝗛𝗮𝗴𝗼 𝗰𝗮𝗳𝗲́ 𝘆 𝘃𝗲𝗼 𝗹𝗮𝘀 𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗮𝗰𝘁𝘂𝘀.
𝗔𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗿𝗮𝘆𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗼𝗹, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗲 𝗽𝗲𝗹𝗲𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗻𝘂𝗯𝗲𝘀 𝘆 𝘃𝗮𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼.
𝗖𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗰𝗮𝘀𝗶 𝗮𝗿𝗿𝗮𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗶𝗲𝘀.
𝗧𝗮𝗹 𝘃𝗲𝘇, 𝗮𝘆𝗲𝗿 (𝗷𝗼𝗿𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗾𝘂𝗶́), 𝗻𝗼 𝗰𝘂𝗺𝗽𝗹𝗶́ 𝗹𝗮 𝘁𝗮𝗿𝗲𝗮 𝗮𝘂𝗻𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗻𝘁𝗲́ 𝘆 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗼 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗿𝗲𝗺𝘂𝗲𝘃𝗮, 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗵𝗮𝗴𝗮 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿 𝘆𝗼. 𝗤𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗲𝗻𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗹 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗷𝗼.
𝗛𝘂𝗯𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗮𝘀𝗶 𝗹𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶́, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼́ 𝗲𝗻 𝗺𝗶 𝗰𝗮𝗯𝗲𝘇𝗮 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗳𝗿𝗮𝘀𝗲:
"𝘋𝘦 𝘭𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘴𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘥𝘰𝘴 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘳: 𝘝𝘰𝘭𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘮𝘢𝘳𝘪𝘱𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘢𝘳𝘳𝘢𝘴𝘵𝘳𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘨𝘶𝘴𝘢𝘯𝘰."
𝗘𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼.
𝗛𝗮𝗿𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 "𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲", 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘆 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗵𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗴𝗼.
𝗛𝗮𝗿𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗿 "𝗰𝗼𝗻𝗳𝗼𝗿𝘁𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱". 𝗤𝘂𝗲 𝘀𝗲𝗮 𝗳𝗮́𝗰𝗶𝗹, 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲𝗮 𝗰𝗼́𝗺𝗼𝗱𝗼, 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗵𝗮𝗴𝗮 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗺𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗱𝗼 𝘆 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼, 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝘅𝘁𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗲 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲 𝘆 𝗱𝗲 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝗿𝗮́𝗽𝗶𝗱𝗮.
𝗠𝗲 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗯𝗲𝘇𝗮 𝗘𝗿𝗻𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗦𝗮́𝗯𝗮𝘁𝗼 𝗿𝗲𝗰𝗶𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗣𝗮𝘀𝗰𝗮𝗹:
"𝘌𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘨𝘶𝘴𝘢𝘯𝘰 𝘺 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘩𝘦́𝘳𝘰𝘦; 𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘺 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘶𝘳𝘢; 𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘳𝘢́𝘨𝘪𝘤𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘶𝘢𝘭; 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘴𝘶𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘦𝘳𝘧𝘦𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘺 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘧𝘦𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴."
Es curioso. Podría haberlo escrito ayer o hace meses.
Podría haberlo escrito hoy.
Gusanos y héroes.
Animo y suerte.