lunes, 28 de noviembre de 2022

Volar



A veces, los viajes, los aeropuertos en especial, se convierten en verdaderas Universidades; en las que las materias son de dentro, de muy dentro.
He visto risas, lágrimas, insultos y caras de desamparo, de preocupación, a partes iguales que caras de fascinación. Me he sentido solo, abandonado a mi suerte, lejos de todo y de todos. He sentido ilusión, ansia, cansancio y fuerza.
¿Cuál es mi vuelo? La puerta de embarque, la mascarilla.
- Ha sido usted seleccionado para realizar un test de drogas.
- Ha sido usted seleccionado para realizar un test de explosivos.
- ¿Qué lleva ahí? ¿Y ese líquido? Son más de 100 ml. (Cara de pocos amigos)
Gente descalza, sujetando la precaria cintura del pantalón para atravesar un arco, para pasar el control hacia su libertad, de camino al trabajo, a encontrarse con el ser amado, o huyendo de él. Para cumplir un sueño, para ir y volver, para ir y nunca volver.
Sentado, esperando una señal, en esa soledad cómplice del ir y venir de pasajeros.
Estar lejos, sentirse solo.
Puede darse el caso que, de tan solo, de tan desamparado, el viaje pierda sentido. El sueño se convierta en pesadilla, y al salir de la nebulosa solo haya gente yendo y viniendo, arrastrando sus propias vidas en maletas con ruedas. Unos, de tan grandes, arrancaron su vida en el lugar de origen y corren con ansia y con miedo a abrirlas lejos, para que vuelvan a latir.
Otros, con maletines, mochilas o maletas más pequeñas, de las que no se desprenden porque llevan en ellas lo más preciado de su existencia. Sus planes, sus deseos, sus sueños.
Una señora me pregunta por su vuelo.
-Tendrá usted que buscarlo en las pantallas.
Acabo arrastrando mi mochila y mi vida, junto a ella. Vuela a Viena. Su hija, la ha hecho abuela, y la necesidad de conocer al retoño le ha dado valor para lanzarse sola a la aventura.
Vuelvo a mi banco. Espero la señal de embarque.
Al ponerme de pie, pienso en ti. Unos meses descalza, sujetando la precaria cintura del pantalón y con tu maleta llena de planes, de sueños. Es lo que tiene querer volar. Pasar controles cada día, a cambio de embarcar, de volar.
𝙔𝙤 𝙝𝙚 𝙫𝙞𝙨𝙩𝙤 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙣𝙤 𝙘𝙧𝙚𝙚𝙧𝙞́𝙖𝙞𝙨. 𝘼𝙩𝙖𝙘𝙖𝙧 𝙣𝙖𝙫𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙡𝙡𝙖𝙢𝙖𝙨 𝙢𝙖́𝙨 𝙖𝙡𝙡𝙖́ 𝙙𝙚 𝙊𝙧𝙞𝙤́𝙣. 𝙃𝙚 𝙫𝙞𝙨𝙩𝙤 𝙧𝙖𝙮𝙤𝙨-𝘾 𝙗𝙧𝙞𝙡𝙡𝙖𝙧 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙋𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖 𝙙𝙚 𝙏𝙖𝙣𝙣𝙝𝙖̈𝙪𝙨𝙚𝙧. 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙤𝙨 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙨𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙚𝙧𝙖́𝙣 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤, 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖́𝙜𝙧𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙡𝙡𝙪𝙫𝙞𝙖. Es hora de volar.
Vuela y que nada ni nadie te pierda el equipaje.
Animo y suerte.

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miércoles, 23 de noviembre de 2022

Cocinoterapia



Los más ansiosos, ya llevan días rodeados de luces y espumillón.
Veo asomar entre los arbustos pequeños brillos, y en las farolas, extrañas banderolas rígidas que, llegado el momento, se llenarán de color.
Igual que en septiembre necesito mirar adelante, planificar futuro, aunque luego cambie todas las tareas previstas (para eso son los planes ¿no?), cuando diciembre está al caer, miro atrás.
Que pasó este año. Que hice, que no quise hacer y que se coló por la rendija de la oportunidad para hacerme cambiar de dirección.
Se me para el reloj, hasta bien entrado enero. Me alimento de recuerdos, de nostalgia de personas, de sensaciones que ya no volverán.
A mi alrededor, un alboroto de idas y venidas.
Mientras conduzco, sonará "Driving home for Christmas".
La niebla, el frío, la carretera casi invisible para llegar a ninguna parte. Y vuelvo al plan. Doy un paso, otro, otro más. Borro y vuelvo a escribir.
Y aunque fuerzo el olvido, todo está ahí.
Café.
Debería volver a cocinar, más.
Delante del espejo me digo:
Animo y suerte.
Receta: Pasta al vino blanco con níscalos (2019)

domingo, 13 de noviembre de 2022

Pura vida


Pensaba escribir algo de 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 𝑷𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂, o alguna de las 𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒆𝒏𝒗𝒊𝒂𝒓𝒆́.
Recordar aquellos agujeros en la tierra que, hoy, eran el triunfo en una batalla de canicas al llegar al gua y, mañana, se hacían más profundos para crear un Circo Romano de pequeños insectos, mutilados por sádicos niños.
Escribirle a esos amigos con los que la conversación es difícil por su enfermedad. Esas charlas en las que gana el silencio, o el enfermo, ayudándote a pasar ese angustioso mal rato en que sobrevuela el estadio cuatro, o lo mal que lo pasó ayer.
Lo primero me llevaba a demasiada melancolía, tanta o más que lo segundo. Y lo segundo, añade dolor y rabia.
Tiene razón quien dice que estamos hechos de historias y que al final, nosotros mismos somos eso, un grupo de historias que conforman un todo.
A muchos nos gusta contar historias. Inventadas o reales, generar una atmosfera que concibe algo nuestro, que compartimos con otros.
Por otro lado, un buen amigo, ha coincidido, en la Ribagorza viendo iglesias, con una persona que me conoce. Forman parte de un grupo de amigos del Románico. Me cuesta recordar quien es hasta que veo su imagen. Si, efectivamente. Sigue llevando bigote. Buena gente, muy buena gente.
Otra amiga, me hace un recorrido fotográfico por mi ciudad natal. Me lleva al parque, a la plaza de la Catedral, al Mercado. Y de vuelta a Santa Paciencia, a las canicas y a las pajaritas del parque. Ramón Acín, muerto en agosto del 36.
Y me duele la rodilla derecha. Han sido 12 km, hoy.
Llega un mensaje que habla de lluvia, de manifestaciones. Yo bromeo y pregunto con ironía:
¿Una mani, de que?
Aquí hace un día soleado, esplendido. He comprado verdura y fruta en el mercadillo.
He revisado los correos.
Pienso en Rumania, en que tal vez el THC y el CBD deberían estar legalizados.
Mi hermano, me enseña las fresas de su jardín. Las pastillas de jabón que hace mi cuñada.
Y yo os cuento, mi historia, que es la de ellos.
Hoy llena de sol, de fresas, de quimio, de buenos y grandes amigos, de paisajes preciosos, de recuerdos maravillosos, de rabia, de melancolía, de olor a mercadillo y churros, de mar, de cielo, de querer y poder, de querer y no poder, de manifas, de ojos brillantes de felicidad, de ojos brillantes a punto de explotar en lágrimas, y de unos labios con sabor salado.
Un día más, sigue la historia.
Desde Santander, pura felicidad, pura vida. Gracias, MaraSannia
Animo y suerte.
Foto:
Autora: Clau
Modelo: Mara

jueves, 10 de noviembre de 2022

Gatis



¿Tienes sobrepeso?. Haz esto. Sin saltar.
Merluza a la marinera. Una receta para triunfar.
Un perro bebe agua y, cuando termina, se seca el hocico en una toalla. Solo es cuestión de educarlos.
Truco secreto para cuidar tu batería. Algo que los técnicos no quieren que tu conozcas.
El ayuno lo cambia todo. He estado utilizando la aplicación xxxx para mi ayuno intermitente.
¿Te quieres comer un buen cachopo Asturiano? Ven a comértelo al Prat de Llobregat.
Perros y perritos. Gatos y gatitos, a los que se les asigna raciocinio, inteligencia y criterio.
"Madrugar" es una palabra compuesta que viene del latín "Ma" que significa "Me", y "drugar" que significa "cagon la puta vida".
Publicidad de una masterclass, para que sepas diagnosticar tu empresa. "Si esto que te cuento te resuena (Si, si. Resuena), apúntate.
Una nutria, en una gran piscina, salta para recoger una pelota que su cuidador le lanza.
Alguien enfundado en un traje de dinosaurio, simulando montar a horcajadas sobre él, realiza las labores caseras. Pasar el aspirador, recoger hojas del jardín.
Descripción visual de como meter las copas en el lavavajillas, haciendo descender la bandeja superior.
Anuncio de una nueva película española.
Esta es la mejor tienda de quesos que conozco en Barcelona.
Anuncio de un Banco, apoyándose en una exposición de un futuro catastrófico.
Como defenderte con un paraguas.
Alguien prepara un café "espresso" (no expreso), en la calle, con una prensa manual. El, se llama Teo, es de Buenos aires.
Más perros.
Más gatos.
Un chiste. Otro. Otro más, con poca gracia.
Un amanecer. Otro.
Y así, pasas, paso, pasamos, horas.
Saliendo, sin salir, de lo que nos rodea.
Los rusos, se repliegan. O no.
Joe, "ese señor", dice que ayer fue un gran día para la democracia y para EEUU.
Los médicos se van a Irlanda. Más de 86.000 € al año.
Descubiertas las células malignas que se desprenden del cáncer y provocan las muertes por metástasis.
La tragedia de Melilla. Imágenes difíciles de calificar. Una gran tragedia.
Han empezado a poner las luces de Navidad. En las grandes superficies, ya hay dulces y turrones. El anuncio de la Lotería de este año se estrena hoy.
Y la vida sigue.
¿Quieres dejar de mirar gatis?
Animo y suerte.
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martes, 8 de noviembre de 2022

Cartas que nunca enviaré (XXXIV)





𝗡𝗼 𝗹𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗼, 𝗻𝗼 𝘀𝗲́ 𝘀𝗶 𝘁𝗲 𝗵𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗵𝗮𝗱𝗼 𝗼 𝘆𝗼 𝗺𝗲 𝗵𝗲 𝗶𝗱𝗼, 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗶𝗷𝗶𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗱𝗶𝗼́𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗲𝗱𝗶𝗺𝗼𝘀.
Así fue. Como dice la canción.
A estas horas, hace cinco años, hablamos por ultima vez.
Bajabas a la peluquería, querías estar guapa. Te noté animada, contenta.
No era fácil encontrar días así. Esa soledad que exigías, ese intento de seguir siendo tu, te cargaba de ansiedad. Ese abrigo oscuro que, daba igual que fuera invierno o verano, te ponías para oscurecerte, para no ver el brillo del sol.
Nos dijimos adiós, pero nunca nos despedimos.
El escalón, la policía, pasaban unos minutos del mediodía. La ambulancia. Una llamada.
Mientras conducía hacia un final cierto, que no aceptaba y no entendía, recordaba tu voz.
Hoy no consigo traerla a mi memoria. Parece que el tiempo te dejo muda en el recuerdo.
Sigue habiendo una gran caja de fotos que aun no he recogido. Platos, vasos, objetos que materializan la memoria de momentos vividos.
El doctor nos habló de la escala de Glasglow. Solo entendí, que te estabas yendo. Rápido, demasiado rápido.
Tu, me esperaste. Llegué para decirte adiós, para en la soledad de aquella habitación decirte lo que te había repetido mil veces. Para decirte en un susurro, lo que debería haberte dicho más veces y no lo hice.
Estabas ahí. Notaba el calor de tu mano.
𝗡𝗼 𝗹𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗼, 𝗻𝗼 𝘀𝗲́ 𝘀𝗶 𝘁𝗲 𝗵𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗵𝗮𝗱𝗼 𝗼 𝘆𝗼 𝗺𝗲 𝗵𝗲 𝗶𝗱𝗼, 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗶𝗷𝗶𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗱𝗶𝗼́𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗲𝗱𝗶𝗺𝗼𝘀.
Llegó la madrugada y todo terminó, todo, menos el recuerdo.
Buen día mama, estés donde estés. Seguimos sin despedirnos.

sábado, 5 de noviembre de 2022

Aire



Aire que sopla, que empuja. Que silba y canta.
Ese que hace que te acurruques bajo las sábanas.
Viento que agita las ramas. Aire que dibuja el tronco de los arboles, día a día, año a año.
Viento que enmaraña el pelo, que levanta polvo, hojas.
Aire.
Aire que tomas y llenas los pulmones. Aire que suspiras, que te llena.
Ese que seca las sábanas, limpias de sudor, deseo y sueños.
Ese que eleva la mirada hacia lo alto. Ese que mueve las nubes y deja noches limpias y llenas de estrellas como luciérnagas.
Aire que eriza el mar, que dibuja en la arena. El que cambia el peinado del agua y lo llena de rizos
Viento que se para, para volver con más fuerza. Aire que acaricia y arrasa.
Ese que hincha las velas, ese que acompaña en una poética despedida con pañuelos.
Ese que hace que una hoja flote, y se crea pájaro, para dejarla caer entre otras, abandonada.
Aire que entra por las rendijas y las grietas.
Hoy, hace aire. ¿Te lo he dicho?
Animo y suerte.

viernes, 4 de noviembre de 2022

Agaricus bisporus



El otro día, falla WhatsApp. Después, Musk compra Twitter "para ayudarnos". Por ahora, dicen que va a ayudar a 3700 de sus trabajadores para que busquen nuevas y mejores oportunidades. O sea, los despide.
Hace nada, se cae el Metaverso, o tropieza, o se lía. Algo le pasó.
Hoy, se interrumpe el tráfico aéreo en Catalunya por la caída descontrolada de parte de un cohete chino.
Llevamos una buena racha, si.
Miramos de reojo a Bolsonaro, a Putin, a Meloni, a los Coreanos y al vecino del 7º.
En cualquier momento, puede haber un terremoto, o un tsunami, u otra pandemia, o una invasión de extraterrestres, o de zombis o una nueva glaciación.
Para colmo, Piqué se va. Y el Telediario abre con esa noticia. Claro, los del Telediario son del Madrid, fijo.
El Banco Central Europeo dice que eso del impuesto a la Banca, igual no es bueno. ¿Son del Madrid, también?
Ojo. Almeida, el "cara piiiiiiiii", está entrenando para pillar la plaza de Pique y jugar para el Madrid, desde dentro. O sea, a la contra.
Aquí , ayer, se levantó el aire. Han bajado algo las temperaturas y es cuestión de coger la rebequita a primera y ultima hora del día.
El Consejo General del Poder Judicial, sigue sin renovarse y aquí no pasa nada. O sea, no se cumple la Constitución. Pero bueno, tampoco se cumple el Art. 14, ni el 15 (ojo, con este), ni el 16, ni... O sea, que ese melón de cambiar la Constitución, o de sustituir lo de "derechos" por "deseos", igual era bueno, al menos, pensarlo.
Hoy, crema de champiñones. Pasaré por la carnicería alemana y compraré algo de proteína para el segundo.
Lo he pensado mejor. La crema será más tipo "salsa". Brócoli al vapor y por encima la salsa (a ver con que la aromatizo). ¿Marsala?
Que si, que se huele el fin de semana.
Por cierto, otro día os cuento como acaba una conversación que estoy teniendo con la Directora Ejecutiva de una fábrica de zapatos. O sea...
Cuidaros mucho.
Animo y suerte.

jueves, 3 de noviembre de 2022

Soy escritor



Leo a Clara Fuertes Escritora. Intenta desmitificar la imagen del escritor. La que los entendidos, lectores o incluso sus vecinos puedan tener de ella, por escribir.
Incluso yo mismo. Yo escribo, pero no me "nomino" como escritor si me fijo en ella.
Prejuicios, convencionalismos. Ella escribe, y va a la compra, y llora, y lava la ropa, y cocina (eso dice 😛 ), y pierde el tiempo, y saca a pasear a su perro, y ... Como yo y, tal vez, como tu.
Alguien que baila, es bailarín. Leo a Natalia Fernandes. Sin estructuras, sin ideas preconcebidas. Cuerpos que se mueven. “Tú no tienes cuerpo de bailarina”.
Para ser, para sentirte bailarinxs, solo debes bailar.
Bailar como acción de vida, de sentimiento, de expresión y de relación.
Alguien que escribe, es escritor. Porque escribe, porque como elemento vital, esa actividad le completa. "Tu no tienes cuerpo de escritor".
Pintar, para ser pintor. Escribir, para ser escritor. Crear, para ser creador.
Sin vergüenza, sin moldes, sin juicios ni críticas.
Natalia, bailarina, coreógrafa y escritora. Seguro que pierde el tiempo en tonterías, como Clara y como yo. Y va a la compra, y se ríe, y se frustra, y llora e imagina un lugar donde nadie deba tener un "cuerpo" determinado para ser lo que quiera ser.
Si, soy escritor. Con este cuerpo, con esta pinta. Ojalá las estructuras caigan y desaparezcan las grietas de supervivencia. Si, soy escritor, entre otras muchas cosas, entre otros muchos "cuerpos".
Animo y suerte.

martes, 1 de noviembre de 2022

Polvo de historias


No puedo evitar pensar en los que se fueron.
Día de todos los Santos. Mañana, de difuntos.
No tienen que ser Santos o difuntos, para no estar. Se fueron, o la vida los fue.
Releo textos en días como el de hoy, de otros años.
Volcanes, confinamientos, Cartas del Congo (magníficas), mis padres, difuntos, ausentes, flores, Halloween, castañas, rosquillas, campanas en "clamor".
Es bueno, si, echar la vista atrás. Repasar la historia. La mía, la tuya, la nuestra, la de todos. Al fin, esas historias vividas, nos hacen.
Como decía Eduardo Galeano: Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mi un pajarito me contó que estamos hechos de historias.
Todos aquellos que ocuparon un lugar en mi vida, o yo en la suya. Más cerca, más lejos, rozando el alma o a flor de piel. Aquellos que ame. Aquellos que odié (si, soy humano). Aquellos que amé, y odié.
Aquellos que no supe amar, que no supe entender. Aquellos que generaron arrepentimiento de lo que hice o de lo que no hice.
Aquellos que ahora no están, aquellos que decidieron convertirse en polvo.
Solo cuando mi memoria desaparezca, cuando la historia se acabe.
Ceniza a las cenizas, polvo al polvo.
Polvo de historias cerca del mar.
Tengo que comprar flores.
Pdta.: La imagen que acompaña al texto es la misma que acompañó otras reflexiones en un día como este en 2016 y 2017. En 2018, ganó Rosalía. En 2019, volvió a ser la misma imagen. En 2020, un amanecer. En 2021, Drácula.