martes, 1 de noviembre de 2022

Polvo de historias


No puedo evitar pensar en los que se fueron.
Día de todos los Santos. Mañana, de difuntos.
No tienen que ser Santos o difuntos, para no estar. Se fueron, o la vida los fue.
Releo textos en días como el de hoy, de otros años.
Volcanes, confinamientos, Cartas del Congo (magníficas), mis padres, difuntos, ausentes, flores, Halloween, castañas, rosquillas, campanas en "clamor".
Es bueno, si, echar la vista atrás. Repasar la historia. La mía, la tuya, la nuestra, la de todos. Al fin, esas historias vividas, nos hacen.
Como decía Eduardo Galeano: Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mi un pajarito me contó que estamos hechos de historias.
Todos aquellos que ocuparon un lugar en mi vida, o yo en la suya. Más cerca, más lejos, rozando el alma o a flor de piel. Aquellos que ame. Aquellos que odié (si, soy humano). Aquellos que amé, y odié.
Aquellos que no supe amar, que no supe entender. Aquellos que generaron arrepentimiento de lo que hice o de lo que no hice.
Aquellos que ahora no están, aquellos que decidieron convertirse en polvo.
Solo cuando mi memoria desaparezca, cuando la historia se acabe.
Ceniza a las cenizas, polvo al polvo.
Polvo de historias cerca del mar.
Tengo que comprar flores.
Pdta.: La imagen que acompaña al texto es la misma que acompañó otras reflexiones en un día como este en 2016 y 2017. En 2018, ganó Rosalía. En 2019, volvió a ser la misma imagen. En 2020, un amanecer. En 2021, Drácula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario