Jueves
Cuantas cosas de que preocuparnos.
Incluso a veces, nos preocupamos, de qué nos preocupamos.
Al final, la escala de valores olvidada en un cajón, sale y nos da en medio de la frente.
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Quejoso de mi fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?
Piadoso me has respondido.
Pues, volviendo a mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías,
las hubieras recogido.
La vida es sueño - Pedro Calderón de la Barca
El dinero no se come, ni se respira
Leído por ahí - (Si, te lo he robado)
Animo y suerte