Jueves.
Y mira que nos gusta, dar opinión.
Cierto es que estamos en nuestro derecho. Pero tal vez sería recomendable pasar un examen de "aptitud".
Si, si. "Aptitud" de conocimiento en el tema sobre el que opinamos, y otro, de formas y maneras, para que la opinión no la soltáramos como un escupitajo o un cagallón arrojadizo.
Da igual el tema. Si no lo entendemos o no nos cuadra, buscamos el calificativo más hiriente posible, para dar opinión.
Si nos gusta, "zasca" en toa la boca a aquellos que no lo entienden o no les cuadra.
Aunque, también ocurre, que aun conociendo el tema y utilizando formas y maneras, razonables y educadas; el otro... el oyente, puede contestarnos con una patada verbal en la entrepierna; y ya hemos conseguido una amena charla que tiene todos los ingredientes para acabar en un mecaguentostusmuertos.
Opiniones, hay tantas como culos. Cada uno, tenemos el nuestro. Y el del otro, apesta.
¿Y tu, que opinas?
Animo y suerte.