Casa Santi

Jueves

Su padre abrió la puerta el día de Reyes de 1927.

Hizo la mili en Cuatro Vientos y pasó allí cinco años; pagando con tres, sus dos de formación de maestro tornero.

Se fue a Venezuela, "que con un oficio, se puede ir a cualquier parte".

Pero, su padre veía el final cerca, y lo mandó regresar.

Se hizo cargo de la tienda y de su madre, que poco a poco perdió memoria y conocimiento de su entorno. "Ese Alzheimer".

Una, hermana, también a su cuidado, hasta hace poco tiempo.

No quiere cerrar, no quiere vender.

Hay crisis.

No hay hijos. No llego a casarse.

Confía en una hermana. Le dio sobrinos.

Conducen camiones por toda Europa.

"Ellos. Ellos harán que esto cumpla 100 años"

Santi, me ayuda a guardar los tazones "de labio", los de consomé y los de desayuno. 

Con letra temblorosa, hace la cuenta. Pasa muchas horas, en medio de esa puerta.

"Vuelva cuando quiera. Aquí estaremos, por lo menos, hasta cumplir 100"

Animo y suerte.