Miércoles.
Día de todos los santos.
Mañana, el de difuntos.
Apaciguar almas que siguen perdidas en un purgatorio, al no haberse purificado adecuadamente.
Un infierno, temporal.
La ultima etapa, antes de la santidad.
El día, salió oscuro. Lloverá.
Esperaba esas dos campanas, en "clamor".
Dos toques, al final, ha sido un hombre. Tres, una mujer.
Silencio, solo el toque de difuntos.
Unas flores de plástico, en un jarrón.
Claveles, blancos, rojos; paniculata, esparraguera. Un ramo de flores, encajado en una pared.
Compongo la imagen con sonido, incluso, con olor a flores frescas.
Que poco espacio es necesario para purgar. Algo de tierra, o un hueco en la pared.
Ahí, termina todo.
Y esas campanas, no dejan de sonar.
Animo y suerte.
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