A la izquierda, la alta escalera, que en verano sirve de sujeción a la ducha, se ha llenado de diminutas luces.
Adornos de eucalipto y ramas de abeto llenarán los pasamanos de la escalera. En la terraza exterior, un pequeño rincón, servirá para comer boniatos asado y tomar un vino caliente.
Mensajes de trabajo.
Un café, otro.
Reviso documentos. Trato de darles sentido en un plan.
Una llamada pendiente.
Hablamos de decisiones, de soledad, de volar. De ceder o de dirigir. Del horario de las piscinas y de que siempre, lo que ocurre, es el cambio.
De ser paciente en el camino y estar preparado para asumir una nueva dirección, aunque el camino sea más largo o más empinado. Saber entender a Heráclito: "Lo único constante es el cambio". Lo dijo hace 2500 años.
Aunque tu no hagas nada, tu entorno cambia y tu, con él.
Trato de buscar paralelismos pero me doy cuenta de que es imposible que existan. No es el mismo momento, no somos la misma persona.
Vivimos arrastrando maletas,(https://con.saborencristal.com/2022/11/volar.html) buscando nuestro lugar, ese al que volver, al que ir o todo lo contrario, huyendo de él a alguno mejor que nos permita ser, latir. Maletas grandes, pequeñas. Guardamuebles perdidos por el mundo.
Aquel libro que dejé en Ámsterdam, aquel corazón roto en Barcelona, aquella camisa que me gustaba tanto, aquel perfume que no he vuelto a oler sobre su piel.
Objetos y sentimientos que podrían llenar una oficina de objetos perdidos.
Mejor, "Objetos encontrados". Solo objetos. Me entra la melancolía.
Aquel olor a colonia fresca en los pañuelos con iniciales bordadas. Tan finos, tan suaves, para que cuando el resfriado se instalara, no dañara nuestra piel.
Los vasos de agua bebidos a grandes tragos, en las tardes de verano, para volver a salir corriendo a la calle a jugar.
Aquella arena que se metía por todas partes mientras nos besábamos. Tal vez las estrellas, o el Papa Luna puedan dar alguna pista de donde quedó.
La mirada furtiva, una sonrisa disimulada que lo dijo todo y no llego a nada.
Todo está en la maleta verde. Esa que lleva conmigo desde que empecé a volar.
No es muy grande, pero cabe lo que perdí, lo que olvidé y lo que fui encontrando. Todo está ahí.
En muy pocos días, volverá a sonar Chris Rea y la maleta se abrirá. Aparecerán, personas, olores, sentimientos, lugares y aquel pequeño volante de juguete que nos servía para hacer una cadena y bailar en el salón.
Driving home for Christmas
With a thousand memories
I take look at the driver next to me
He's just the same
He's driving home, driving home
La lavadora ha terminado. Tengo que tender.
Esa maleta verde. Ni grande, ni pequeña. Ábrela y mira dentro. Todo lo que perdiste u olvidaste. Todo está ahí. Sigue llenándola.
Animo y suerte.
*Fragmento de Driving home from Christmas. Chris Rea.
#100cafesbuscandoelmar
#100cafesmasconunputovirus
#100cafesy2000paracetamoles
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