Lunes (II)
En su día, la cocina, las recetas; hicieron que mantuviera un equilibrio saludable.
Poco a poco, cambios personales, hicieron que fuera dejando de lado esa necesidad. Si, necesidad.
Sigo cocinando, claro. Me da ánimos, me da vida.
Y sigo haciéndolo, con ganas de sorprender. Con ganas de compartir, pensando en tu cara cuando veas el plato, en ti, que tal vez me sirves de inspiración, por un comentario, por una pregunta.
O simplemente, porque quiero que sientas lo mismo que yo...
Compartir.
Escribir, en este momento, es mi mejor terapia.
Escribo sobre mi interpretación de lo que veo, de lo que pienso. Muchas veces, de lo que siento.
Otras, invento. Invento sentimiento. Invento situaciones.
Una mirada de alguien, una sonrisa. O una lágrima.
No son mías. Ni la mirada, ni la sonrisa, ni la lágrima. O si.
Estoy bien. No te preocupes por mi.
Estoy tan bien, como tu.
Tal vez mañana, deje de escribir.
Y habrá otra terapia.
Espero poderla compartir....
Animo y suerte.
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