Llevo ya algunos días sin ese café mañanero con todos vosotros.
No es por falta de ganas, no.
Simplemente, el vómito, la arcada, me llena la boca y no soy capaz de articular, de describir con palabras, la vergüenza ajena, la impotencia y la mala baba que todo esto que nos rodea me produce.
Y una, y dos, y tres...
Y llega un momento que prenderías fuego al chaparral... que los llamarías "hijos de mala madre".
Que les negarías el pan, que te convertirías en ellos y venderías tu alma, para comprar una escopeta que matara almas.
Borrarlos del mapa... y hablan de guerra civil.
Rouco, ¿porque no te callas?.
En tu juicio final, si hay un Dios, iras al infierno. Vete, de una puta vez.
Animo y suerte
Animo y suerte
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