sábado, 17 de enero de 2015

Los justos

Policías armados, embozados por el frío, con chalecos protectores, franquean el edificio. Con sus armas, se protegen. Nos protegen. Protegen, la libertad.
Libertad, seguridad.
Leyes mordaza en el bolsillo, a la hora de manifestarse. Yo soy....
¿Quien eres tu?
Ataques, ciberataques. 
Al Papa, le mientan la madre y da un puñetazo. 


Ofender, insultar, ironizar.
La sátira es parte de la literatura, dicen algunos. Aunque cueste la muerte.

Inglaterra, EEUU. La red, ese lugar sin ley. ¿Libertad?. ¿Seguridad?.

Los Chunguitos, expulsados de Gran Hermano. Ya ves. 
Y en Francia, Bélgica y Alemania, se suceden las detenciones.

Cuatro muertos, 45 heridos y 10 iglesias incendiadas en una ciudad de Níger. Tres heridos en Karachi.
  "Si eres Charlie, yo soy Kou(a)chi", gritan.




Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. 
El que agradece que en la tierra haya música. 
El que descubre con placer una etimología. 
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. 
El ceramista que premedita un color y una forma. 
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada. 
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. 
El que acaricia a un animal dormido. 
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. 
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. 
El que prefiere que los otros tengan razón. 
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. 
Los justos (Jorge Luis Borges)

Animo y suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario