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| Pintura de Ayrton Gomez |
Miramos, sin ver.
Creemos que vemos, pero solo dejamos que nuestros ojos recorran superficies, formas.
No me di cuenta, nos decimos.
No lo vi. No supe verlo.
Cruzar una calle. Mirar a la izquierda, a la derecha. Calcular la distancia a ese vehículo que se aproxima.
¿Te atreves?
No parece que esa acción tenga demasiado riesgo.
Hay cientos de elementos que pueden influir.
Un sonido, la prisa, el tiempo, los nervios...
Miramos sin ver.
Escuchamos, sin oír.
¿Me lo dijiste?
No te oí.
Hasta que un día, la alarma salta. Las pancartas, las pintadas en las paredes, te llevan a una realidad que no viste, que no oíste.
Las bocinas, las sirenas, suenan sin cesar.
Y tu, en medio de la calle no sabes que hacer.
En medio de una vía, en la que no controlas el tren.
Solo sabes, que si no te mueves... te arrollará.
¿Avanzar?
¿Retroceder?
¿Saltar?
Respira, una, dos... cien veces.
Toma fuerzas.
Tal vez debas escuchar lo que importa. Fijar tu vista, y mantenerla en ese punto.
¡Vamos!
¡Sigamos adelante!.
Mira, escucha... ¡Adelante!
La sonrisa esta a la vuelta de la esquina.
Animo y suerte
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