viernes, 20 de diciembre de 2013

Bendita fragilidad




Hay días en que nuestros sentidos están más sensibles.
¿No lo has notado?
Una imagen, nos trae recuerdos. Nos transporta a la niñez o a una farra de juventud.

Un olor en la cocina. Aquellas rosquillas estiradas entre los dedos de tu madre. Las especias de aquella mezcla lejana.

Una música, de una película, de un anuncio publicitario. Aquel baile, aquella mujer, aquel amigo, aquel día...

La piel se eriza. A veces, los ojos se humedecen. Otras, el animo se recompone, o directamente nos hace sonreír.







Un encuentro inesperado, un mensaje que jamás hubiéramos imaginado, una llamada de alguien que se interesa por nosotros desde el pasado.

Unas lineas en un libro, una situación, un deja vu que nos hiela el alma.
Que frágiles somos.
Bendita fragilidad.
Me quedé ahí, quieta, esperando, vestida con mi insultantemente sutil desnudez y el paño blanco de tus lágrimas de hombre, aquellas que nunca quisiste mostrarme, pero que aprendí a escudriñar en tus ojos azules, inmensos, tristes.Esta noche, en mi cama, navegaré en el mar de tus ojos.
(Esperando, Belén Peralta)
Animo y suerte.


2 comentarios:

  1. Gracias, gracias, gracias. No había visto esta entrada y te agradezco que me la hayas recordado. Un beso muy grande.

    ResponderEliminar