Martes.
- Si, si. Déjeme usted su teléfono y yo le llamo en un rato.
Ayer, fue ese maravilloso día de "yo le llamo en un rato".
Pues nada, con más paciencia que el Santo Job, volvemos a empezar.
No pasa nada.
El cielo, nublado. La temperatura a bajado y se presupone un día lleno de grandes momentos.
Cafeína al cuerpo, ducha para despejar y vamos a ello.
Y la de cosas que tengo por hacer. Bufff...
Animo y suerte.
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