Viernes.
¡Ya están aquí!, pregonaba ayer...
Pues eso.... que para estas alforjas, no era necesaria ninguna sesuda reflexión.
La renovación, la regeneración, ese pedazo de voluntad de cambio, era esto.
O sea... esto.
Y Marilo, que siempre pensé que era de "armas tomar", al final lo consigue. Tiene las armas.
Vamos, que nos da igual. Que nos la sopla.
Que lo que importa es que no le bajen la pensión a tu vecina o a tu madre y que ya estábamos muy cansados de todo este rollo... que unas terceras elecciones, para que...
Nada, más de lo mismo, pero con Mariló, mandando firmes... en diferido.
Nos lo ganamos a pulso, por cobardes, por pillos, por ser del sur, por ser como somos.... Y efectivamente, no tenemos remedio.
Animo y suerte.
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