sábado, 2 de diciembre de 2023

Puños de hierro

 


Busco un libro. Velibor Čolić, es su autor.
Tal vez sea una moda. 𝑳𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔 de Jacobo Bergareche y, ahora este, 𝑬𝒍 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔.
Desde uno de los ventanales, los rojos, grises y azules me llaman.
Salgo fuera.
¿Qué hago buscando libros?
Escribo sobre la encimera de la cocina y me permite ver el espectáculo entre línea y línea.
Apago la luz imaginándome una gran sala de cine.
Velibor dice que bebió para ahogar sus penas, pero aprendieron a nadar.
En la gran pantalla los rojizos ganan. En un rato, iré al supermercado a por café.
Sigo leyendo la entrevista y una frase me impacta:
𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘻. 𝘓𝘭𝘦𝘨𝘢𝘯 𝘭𝘢 𝘪𝘳𝘢, 𝘭𝘢 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘦𝘥𝘢𝘥, 𝘦𝘭 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘰 𝘺 𝘦𝘭 𝘰𝘥𝘪𝘰. 𝘐𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘰 𝘦𝘯 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘱𝘢𝘻, 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘢, 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰.
Este tipo destila ironía.
Releo un texto pendiente de acabar:
𝐴𝑞𝑢𝑒𝑙 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑛𝑡𝑎𝑙𝑜́𝑛 𝑛𝑒𝑔𝑟𝑜 𝑦 𝑐ℎ𝑎𝑞𝑢𝑒𝑡𝑎 𝑚𝑎𝑟𝑟𝑜́𝑛, 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑎𝑏𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑏𝑜𝑙𝑠𝑖𝑙𝑙𝑜𝑠, 𝑒𝑚𝑝𝑢𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑠𝑢𝑠 𝑏𝑟𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑟𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑢𝑛̃𝑜𝑠 𝑑𝑒 ℎ𝑖𝑒𝑟𝑟𝑜.
Un paseo hasta el puerto deportivo, un café y dejar que la mirada vague por la superficie del mar con los puños de hierro en los bolsillos.
Terracota, ventilación cruzada, pozo, parcela de 2800 m2, piscina, jardín.
Otro lugar donde destilar ironía.
Bonoloto.
Animo y suerte.

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