Sonrisa de ojos

Todos tenemos nuestros propios retos.

La vida, esta llena de ellos.

Más o menos alcanzables, más o menos difíciles.

Unos, los creamos nosotros mismos, por nuestro carácter; por nuestro afán de superación. 

Otros, son el entorno, las circunstancias, la vida, quien los crea.

Desafíos que nos llevan en muchas ocasiones al límite. Al límite mental, físico, profesional, intelectual, emocional.

Piensa en un día habitual en tu vida.

Levantarse de la cama, para muchas personas, es ya un reto.
Afrontar su propia situación. 

Tu trabajo, ese proyecto que no avanza. 

Un examen, una prueba que se resiste.

O quizás, esa enfermedad. La soledad.

Y cuando llega el límite, ¿que hacer?.

Cuando a alguien muy cercano se le diagnostica una grave enfermedad; cuando a la vez te quedas sin trabajo; cuando el banco te reclama los pagos y ves que puedes perder tu casa.

Cuando el abismo está tan cerca.

Una frase de apoyo. Un, "llámame si lo ves negro". Un abrazo. Una sonrisa de ojos.

Para los que escuchan. Para los que apoyan. Para los que tienden su mano. Para los que la rabia y la impotencia les hace un nudo en el estómago. Para los que siguen creyendo que hay soluciones. Para los que regalan esa "sonrisa de ojos" y les duele por dentro. Para ti, Lola. Para ti, José. Para ti, Carmen.
Y para ti, y para ti... Para vosotros, mi sonrisa de ojos.

Pelear, seguir peleando. 

El día salió oscuro, pero en nada, el sol brillará de nuevo.
La gente, ayuda a la gente.