He visto como el sol iba subiendo en el cielo. De pronto, han venido a mi memoria los orígenes, el tiempo que hace que los deje atrás.
Aquellos desayunos antes de ir al colegio.
Aquel profesor, aquellos partidos en el recreo.
Los amigos, las primeras salidas, los primeros viajes.
Ir hasta el parque a primera hora de la mañana, a pasar frío en un banco del paseo, con ella. Después, cogidos de la mano, al Instituto.
Ir hasta el parque a primera hora de la mañana, a pasar frío en un banco del paseo, con ella. Después, cogidos de la mano, al Instituto.
Cuantos planes, cuantos proyectos, sueños.
Y el sol, sale. Transita en el cielo hasta alcanzar su lugar.
Parece que han pasado 100 años. Que lejos queda todo aquello.
Huesca, Lleida, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Madrid.
Años en los que los días tenía 100 horas. Horas que siempre tenían más de 60 minutos.
La añoranza habla del recuerdo, de la pérdida, del dolor.
Creo que fue André Gide quien dijo que "el infierno de esta vida es tener que elegir entre un centenar de caminos sólo uno, y vivir sin nostalgia de los otros noventa y nueve".
Pero como evitar lo vivido, el recuerdo.
Tomando el primer café de la mañana, me entero de la muerte de Constantino Romero y la nostalgia vuelve irremediablemente.
Darth Vader, Clint Eastwood, Roger Moore, Arnold Schwarzenegger, James T. Kirk, Mufasa,Rutger Hauer y tantos otros, hoy, se han quedado sin voz.
"Sayonara, baby".
Pero como evitar lo vivido, el recuerdo.
Tomando el primer café de la mañana, me entero de la muerte de Constantino Romero y la nostalgia vuelve irremediablemente.
Darth Vader, Clint Eastwood, Roger Moore, Arnold Schwarzenegger, James T. Kirk, Mufasa,Rutger Hauer y tantos otros, hoy, se han quedado sin voz.
"Sayonara, baby".
Animo y suerte.
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