Reset

Martes.

Y volvemos a empezar.

Tal vez pintemos las paredes de verde.

O cambiemos las brochas.

Quizás, el mobiliario.

Un buen lavado de cara, de cerebro.

Por dentro, muy adentro.

O tal vez, la Caterpillar, esta ya calentando motor para arrasar todo.

Volver a empezar, no es dar una mano de pintura.

Volver a empezar, no es cambiar de muebles.

Volver a empezar, no es llenarse la boca con ideas nuevas y actos viejos.

Volver a empezar, es levantarse desnudo.

Volver a empezar, es cuestionarse, incluso el nuevo comienzo.

Volver a empezar. Suena bien, en el infierno. Otra vez.

Animo y suerte.