Miércoles.
Hoy me hubiera gustado acompañar estas líneas, con un trozo de cielo.
Va a ser que no.
Aun esta muy oscuro. Llueve, llueve, como si fueran lagrimas de alguien inconsolable.
Ayer fue un día agotador. No, tampoco hay esfuerzo de pedaleo esta mañana.
Lo de Siria, de mal en peor.
Y llueve.
Berlusconi, vuelve.
Italia, esa bomba de neutrones que en cualquier momento, puede reventar la Unión Europea.
Sigue lloviendo.
Llenarnos la boca con el maravilloso beneficio que el Mobil World Congres dejará en Catalunya; para al momento saber que, Gobierno, Ayuntamiento y Generalitat ponen 165 millones a fondo perdido. Y lo de poner, es un decir, el fondo de liquidez autonómica es quien lo soporta.
Llueve. Llueve, más.
Quini, el de los cromos de mi infancia. El del secuestro. El de la sonrisa amplia. Se ha ido.
Llovía. Llovía, como si fueran lágrimas de alguien inconsolable.
Animo y suerte.
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