Jueves.
En 2033, más viejos y más solos; dice el titular.
Lo de más viejos, obvio. Cinco lustros para prepararnos.
Para que los afortunados (¿?) que sigan aquí, vayan viendo como familiares, amigos y conocidos, se van quedando en el camino.
Vaya, vaya, vaya.
Que bien empezamos la mañana.
Que ilusionante ¿no?.
La esperanza de vida ha aumentado. Habrá centenarios a mogollón.
Esperanza de vida, calidad de vida... No es lo mismo.
Mientras llega el 2033, igual deberíamos hacer algo.
Algo que nos merezca la pena.
¿Que tal si hacemos que nuestros cinco sentidos, se agoten en estos 25 años?
Ver desde dentro, todo lo no visto. O observar aquello mínimo que jamas captó nuestra atención.
Oír. Escuchar. Entendiendo, haciendo el esfuerzo de comprender.
Oler, a nuestro alrededor. Impregnarnos.
Gustar, probar, llenarnos de sabor.
Palpar, percibir a través de la piel, otras pieles, otras vidas.
Y sobre todo, ilusionarnos.
Por como será mañana, por como será pasado mañana.
No más allá.
En cualquier momento, esto.... se acaba.
Esta maravillosa mierda, llamada vida, es así.
Animo y suerte.
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