Hola de nuevo. ¿Qué tal? ¿Cómo estas?.
Hoy, revisando las cartas que nunca enviaré has aparecido tu, de nuevo.´
Pensaba salir a caminar. Me he puesto las zapatillas andarinas, pantalón corto, camiseta ligera y aquí sigo. No me he movido.
Llevaba días dándole vueltas a eso de ponerme en modo "Quien sabe donde", dejarme el bigote como Lobatón y armarme de valor para saber de ti.
Fue casualidad aquella carta, pero inevitablemente, me trajo a la memoria muchas cosas, mucha gente, muchos momentos compartidos.
He llamado a una persona y le he comentado esto. Si, si, él también estaba allí. Era uno de los que pedía el carajillo para empezar el día y sonreía tanto como yo, cuando aparecías por la puerta.
Te habrán pitado los oídos. Coincide conmigo en que eras la alegría de la huerta, buena gente a más no poder. Tus divertidas locuras, tu sonrisa, tu sencillez y claro, el fondo de tu mirada.
Hemos recordado detalles, las clases, el banco de enfrente de la Academia. Han salido todos en tropel.
Cosas que el recordaba y yo no. Pero mi maldita memoria, que ya empieza a jugarme alguna mala pasada, ha vencido.
Tenemos dudas con tu nombre. He buscado por el que creo recordar, y no, no he hallado ningún indicio sobre ti.
He comenzado a abrir el foco. ¿Y si algún amigo común tiene datos?
No sé si continuar. Vuelve el miedo a que lo que pueda encontrar sea doloroso. Claro, lo se. Podría pensar que todo será maravillosos, una vida fabulosa y feliz; eso sería fantástico; pero no lo puedo evitar.
He encontrado a C.. ¿No lo recuerdas? Si, llevaba el pelo cortado a cepillo. Si, si. Y su novia, era... Carme, ¿"la Carmeta"? Puede ser que me equivoque.
Siempre de buen humor y soportando, como solo la amistad y la juventud consiguen hacerlo, las bromas que le gastábamos. ¿No caes?
Muy formal, estudioso, trabajador y dispuesto en todo momento a ayudar, a apoyar.
Sigue llevando el pelo igual. Está más delgado de cara. Y me ha sorprendido mucho a lo que se dedica. Nada que ver con aquello que estudiamos juntos, pero seguro que es todo un profesional.
Intentaré contactar con él.
Ahora recuerdo a Montse. Si, mujer. Si estabais siempre juntas.
Sonrío. Seguramente, no preguntare a C. por ti. Ese miedo, sigue ahí.
Saldré. Compraré hielo, prepararé algo de picar y tomaré vermut con sinfón en la terraza.
Sigo teniendo pendiente trabajar en "Palabras bonitas, bonitas palabras". En todos estos días no he hecho nada.
Gracias A., gracias por darme hoy, de nuevo, el recuerdo de tu mirada.
Mirada, es bonita ¿verdad?.
Ya te contaré.
Animo y suerte.
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