sábado, 7 de mayo de 2022

Cartas que nunca enviaré XXIX



Hola, ¿Qué tal? ¿Cómo te va?.
Por aquí, todo bien. Mejor que bien.
Ya no tengo vértigo por las mañanas. He asumido que cualquier cosa puede ocurrir y esa insoportable levedad del ser, de la que hablaba Milan Kundera, me hace reconocer una única existencia, irrepetible.
"El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores"
Genero mi propia terapia. Me encabrono por mis errores, pero volvería a cometerlos sin dudar. He cambiado el rencor (si alguna vez lo he sentido, por indiferencia, o por olvido). Gestiono la añoranza a salto de mata. Lo que pudo ser y no fue, tal vez un día ocurra. No me obsesiono, disfruto la parte que me gusta, mato la que odio.
El camino, que durante años parecía eterno y que solo me limitaba a andar, ahora intento construirlo con asfalto de papel. Cualquier ligera llovizna lo destruye, haciendo que la actividad más importante sea volver a crearlo para seguir andando mañana.
Hay días en que el cansancio me hace buscar la inmovilidad. Mañana seguiré, o pasado.
A veces me busco en el espejo, otras, me escondo. Huyo de mi mismo, porque me abruma tanta realidad.
Seguramente me equivoco buscando una casa, un lugar. Creo que a partir de ahora, dejaré que el lugar sea quien me encuentre. La búsqueda se convertirá en camino, igual que cuando en la carretera ves un sendero y de forma inconsciente te dices: ¿Qué habrá al final?, y lo sigues.
Puedes llegar a un barranco o a una plácida llanura. A un pintoresco pueblecillo o al mar.
¿Cuántos senderos hará falta recorrer, para encontrar "el lugar"?
Noto como me crece la nariz. Me miento hoy, ayer, y me mentiré mañana. No busco un lugar, busco que el camino siga. A base de café, carajillo o paracetamol.
Esa insoportable levedad del ser, esa repetición.
Ha amanecido un día precioso y aunque tengo ganas de nada, solo de contemplar, hay mucho que hacer.
Cualquier día, llegará un correo tuyo. Me hablaras de tu familia, tu trabajo, tus hijos, que se yo. O quizás no. Puede que también tu escribas cartas que nunca lleguen al buzón.
Mientras, cortaré cartulinas amarillas y seguiré haciendo camino hasta la ciudad Esmeralda.
Habrá días en los que me sentiré de paja, de hojalata o un león. No busco al mago, solo quiero mil baldosas más.
Cuídate mucho, ojalá te duelan los labios, de tanto besar. Ojalá te duelan los brazos, de tanto abrazar.
𝑆𝑜𝑚𝑒𝑤ℎ𝑒𝑟𝑒 𝑜𝑣𝑒𝑟 𝑡ℎ𝑒 𝑟𝑎𝑖𝑛𝑏𝑜𝑤
𝐵𝑙𝑢𝑒𝑏𝑖𝑟𝑑𝑠 𝑓𝑙𝑦
𝐴𝑛𝑑 𝑡ℎ𝑒 𝑑𝑟𝑒𝑎𝑚𝑠 𝑡ℎ𝑎𝑡 𝑦𝑜𝑢 𝑑𝑟𝑒𝑎𝑚 𝑜𝑓
𝐷𝑟𝑒𝑎𝑚𝑠 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑙𝑦 𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑟𝑢𝑒-𝑜𝑜ℎ-𝑜𝑜ℎ
𝑆𝑜𝑚𝑒𝑑𝑎𝑦 𝐼'𝑙𝑙 𝑤𝑖𝑠ℎ 𝑢𝑝𝑜𝑛 𝑎 𝑠𝑡𝑎𝑟
𝑊𝑎𝑘𝑒 𝑢𝑝 𝑤ℎ𝑒𝑟𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝑐𝑙𝑜𝑢𝑑𝑠 𝑎𝑟𝑒 𝑓𝑎𝑟 𝑏𝑒ℎ𝑖𝑛𝑑 𝑚𝑒
𝑊ℎ𝑒𝑟𝑒 𝑡𝑟𝑜𝑢𝑏𝑙𝑒 𝑚𝑒𝑙𝑡𝑠 𝑙𝑖𝑘𝑒 𝑙𝑒𝑚𝑜𝑛 𝑑𝑟𝑜𝑝𝑠
𝐻𝑖𝑔ℎ 𝑎𝑏𝑜𝑣𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝑐ℎ𝑖𝑚𝑛𝑒𝑦 𝑡𝑜𝑝𝑠 𝑡ℎ𝑎𝑡'𝑠 𝑤ℎ𝑒𝑟𝑒
𝑌𝑜𝑢'𝑙𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑑 𝑚𝑒, 𝑜ℎ

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