Hoy la caminata ha sido fotográfica.
No podía subir el ritmo de la zancada. Aunque he salido muy pronto, el intenso calor y el sol, que desde primera hora calentaba mucho, ha hecho que buscara imágenes para detenerme y tomar resuello.
La chumbera y las palmeras me dicen que lo pasaré duro.
De la puerta de casa al mar, han sido 900 metros aproximadamente.
La radio, noticias, algún mensaje y calor.
Alguien, agotado de madrugada, busca descanso, en pareja, en una hamaca. Brisa, sombra, mar.
La playa, limpia y peinada, para recibir a los bañistas y a las futuras brochetas humanas.
Llego al límite, cruzo la pasarela y la playa de los perretes, con sus lagunas y los primeros paseantes.
Hay fiestas como en media España. Las ferias. Los autos de choque, trenes de ida y vuelta con atractivos colores y cabezas de dragón.
Al fondo, se ve otro paseo marítimo, otra playa. Mar, arena.
Unas ancianas sentadas en un lugar de privilegio, observan sin darse cuenta de que son observadas. El tractor sigue limpiando y preparando el escenario para una nueva función.
Arbustos protegidos, arbolado que lucha por tener su lugar. Alguna tienda de campaña entre las sombras. El camping. Llega la vuelta.
Busco un lava pies y me remojo la cabeza, la cara. El sudor, es más que abundante.
Algún niño, se ha entretenido en recoger piedras y ordenarlas haciendo un camino.
En ese momento, cerca de esta instalación artística, un escarabajo ,igual de grande que mi pulgar, esta boca arriba y una mancha móvil de hormigas diminutas lo cubren.
Busco un palito y con un ligero movimiento, le ayudo a darse la vuelta. Gira a su alrededor y la nube de atacantes desaparece despavorida.
Algunos locos guerreros, siguen cabalgando sobre la bestia.
Con paso renqueante pero orgulloso, el hasta hace unos segundos vencido, se convierte en triunfador. Seguro que dolido en el orgullo.
Solo un gesto, ha cambiado una muerte segura, de un susto, a una anécdota que permite a un tipo, sudoroso y enrojecido por el sol, escribir unas líneas.
No hay imagen. Me ha parecido excesivamente sangrienta y tal vez la censura o el pin parental o alguna chorrada parecida, hubiera hecho que la poesía del momento desapareciera.
Isi, corre y salta por su parque de atracciones particular.
Un café con mucho hielo, me meto en la "pigüi" y noto como la temperatura del agua corta un tanto mi respiración.
Suena, Bebe
𝐑𝐞𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐫
𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫
𝐑𝐞𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐫
𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐝𝐨𝐥𝐨𝐫
Solo eso, respirar.
Animo y suerte.
*Pigüi= Nombre cariñoso que le damos en casa, a la piscina de acero galvanizado que nos sirve para paliar el calor. Pool & Tina
iteapool.com
ResponderEliminarEl plan de pasar un fin de semana en una piscina en casa promete momentos de relajación y diversión bajo el sol. Es la escapada perfecta para disfrutar con familiares y amigos.