Es agotador.
Anoche, acostado ya, leía las noticias, los titulares.
"Creo en la justicia", decía alguien.
Jueces que omiten pruebas, que se consideran infalibles y que juzgan hechos y acciones que no saben valorar. Se sienten dioses omnipotentes.
Recuerdo alguno de los monólogos del ya fallecido George Carlin.
"El público apesta, a la mierda la esperanza".
¿De donde salieron esos políticos? ¿esos magistrados?. Da igual el país, el partido o el modelo de Gobierno. Todos, todos salieron de "el público", no vinieron de otro planeta. Nosotros les votamos.
¿Y si dejamos de votar?
Altos Directivos de empresas de servicios sanitarios en vergonzosas actitudes de servilismo hacia dirigentes venidos de la nada, sin formación y sin conocimiento que pasaron de gestionar la cuenta de una red social de un perro a Presidentes de Comunidades autónomas con ínfulas de dioses.
Dirigentes que hablan de Gaza como lugar de vacaciones y que no han venido a ayudar y mejorar la vida de los más desfavorecidos, no.
Han venido a medrar más, a ser más todopoderosos a costa de otros. Y somos nosotros quienes los elegimos, "el público".
Donald (el pato no, el otro) se ha rodeado de oligarcas. Personajes que ayer pintaban de verde sus palabras y hoy las borrarán, para pintarlas de azul o del color de la mierda, si eso les reporta beneficios.
He dicho oligarcas. Una forma de estado dominada por pocos o por ricos.
Han creado un nuevo planeta, una nueva sociedad en el ciberespacio olvidando esta, la real.
"Drill, baby, drill".
Un tipo de 78 años, con una fortuna cercana a los 7.000 millones de dólares.
¿Cómo debe ser eso?
Culpable de varias decenas de delitos. Da igual. Más de 40 órdenes ejecutivas firmadas en su primer día de mandato y todas ellas enarbolando la venganza como criterio.
¿En que podemos creer?
¡𝑨 𝒈𝒂𝒍𝒐𝒑𝒂𝒓, 𝒂 𝒈𝒂𝒍𝒐𝒑𝒂𝒓, 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒓𝒓𝒂𝒓𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒓!
Vamos a vencer, me decía yo mismo hace unos años. Vuelvo a tener dudas y no parece que sea una cuestión de tiempo.
George Carlin que estas en los cielos, amén.
Animo y suerte.
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