El mes de septiembre, desde hace muchos años, es para mi, reinicio, cambio. Llegada de algo nuevo. Y en muchas ocasiones, catarsis.
Empiezo mi periodo escolar. Habrá que levantarse con el objetivo fijado, un horario a cumplir, materias establecidas e incluso, una indumentaria.
Ya pude comprobar que seré el más mayor de la clase. Ya no el padre, sino el abuelo. Y no, no soy el profesor.
Cumplo años esta semana y espero empezar a formar parte del colectivo de jubilados.
Algunos con tono de envidia me dicen aquello de: "¡Que suerte!"
Bueno. Si, pero no. Si tu eres ya del colectivo, me entenderás.
Llego a ese punto del todo realista en el que tenemos menos por delante, que por detrás.
Leo las noticias y veo las imágenes de como un probo funcionario de la ley y el orden, hace buenas las valoraciones de que ayer hubo violencia en Madrid.
Vaya manera de dar porrazos a señoras, casi de mi edad. Envidia hubiera tenido Alex DeLarge (protagonista de la película La Naranja mecánica) del estilo y velocidad en el uso del arma que nos defiende.
Escuché a Perico en la retransmisión y con vergüenza ajena debo decirle: Manolete, Manolete. Si no sabes torear, ¿para que te metes?. Como dice alguna influencer, leer libros no te hace mejor. Hablar en la tele, tampoco.
Hay ocasiones en que es mejor permanecer callado y ser considerado tonto que hablar y eliminar toda duda.
La indignación del "Cara Pxxxa" y la Megaprincesa Isabel Natividad haciéndose fotografías con el equipo patrocinado por simpatizantes del genocidio de Gaza, me dan asco.
Con Rusia, el COI, no tuvo dudas hace tres años. Hubiera sido tan sencillo.
Si, es GENOCIDIO; aunque la cantidad de cañas que te tomes para salvaguardar tu libertad te diga lo contrario.
Un café y un trozo de torta Caprese. Empieza el nuevo curso, ojalá aprendamos algo.
Animo y suerte.