Hola. Por aquí, todo bien. Incluso podría decir que maravillosamente bien.
Imagino que por ahí, coincidirá con mis deseos, y todo fluirá dentro del caos de la vida.
He notado que cuando a la gente le preguntas por como les va, aumentan su optimismo uno o dos puntos.
Todos mentimos un poco, o nos mentimos un poco. El ánimo, bien, aunque siempre existan determinadas preocupaciones. O el ánimo, mal, pero no encontramos el motivo y ahí seguimos, con cara de acelga y viendo solo la parte oscura.
Cierto es, que siempre habrá alguien que esté peor que tu; y siempre habrá alguien que esté mejor.
Encontrar el punto de equilibrio entre lo que te preocupa y aquello que te hace sentir satisfecho, para sentirte bien no es fácil ¿verdad?
Siempre fuiste de hacer planes. Planes de mejora. Algo más de dinero, algo más de reconocimiento, algo más de autoestima, algo más de satisfacción. Yo, a veces, te los disparaba, te los elevaba al cubo.
Si hablabas de una pequeña casa de turismo rural, yo veía un pedazo de hotel al que no le faltaba un detalle. Si pensabas en retomar unos estudios, yo veía títulos llenando las paredes. Cuando decías de contar ovejas, yo contaba rebaños en Australia. Un libro, tal vez. No, no. El Planeta y con algo de suerte el Pulitzer.
Tu hablabas de saltar, yo planeaba volar. Tu mirabas desde la ventana, y yo me preparaba para lanzarme al vacío.
Ahora que lo pienso, es curioso lo de las ventanas.
Estas semanas, a falta de mobiliario, trabajo en un sitio improvisado delante de una ventana.
Nunca me había sentado delante de ella para mirar.
Lo de fuera, se enmarca por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo. El espacio solo crece hacia adelante, al fondo.
Hay como una leve bruma en el horizonte.
Acabo de hacer un café. Me siento bien. Tengo preocupaciones, claro. Como seguramente las tengas tu. He asomado la cabeza. A la derecha, a la izquierda, arriba y abajo, hay más. Más espacio, más lugares, más vida.
Espero que todo fluya dentro del caos de tu vida, y que cuando alguien de los tuyos te hable de contar ovejas, les hables de Australia. De los 150 millones de ovejas que hay allí. Cuando te hablen del cielo, busques alas, espacios abiertos, busques el mejor avión.
Miro por la ventana, a lo lejos, y te veo volar.
Animo y suerte.
Coachcarlos.es
ResponderEliminarTrabajar en uno mismo, fortalecer la autoestima y perseguir metas personales son pilares fundamentales para una vida plena y satisfactoria. A menudo, el autodescubrimiento y la autorreflexión conducen al crecimiento personal y la superación de obstáculos.