domingo, 23 de julio de 2023

Sangre, esfuerzo, sudor y alguna lágrima



¿Qué podemos esperar de esta sociedad?
Según la RAE, Sociedad es:
1. f. Conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes.
2. f. Agrupación natural o pactada de personas, organizada para cooperar en la consecución de determinados fines.
Me lo pregunto, mientras leo sobre ese barco prisión, el Bibby Stockholm. Un fantástico hotel donde el gobierno ingles pretende alojar a los recién llegados.
Estos barcos prisión, no son nuevos. España, durante la guerra civil, ya los utilizó.
La ciudad de Nueva York, desde los años 90, dispone de este tipo de cárceles flotantes.
El hambre, la pobreza extrema y la creciente amenaza del cambio climático, sumados a la violencia, el conflicto y la persecución, han dejado a muchas personas sin otra elección más que escapar. Crisis migratoria, lo llaman.
Actualmente, hay más de 82 millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, la mayor cifra jamás registrada por las Naciones Unidas desde la Segunda Guerra Mundial.
Empezamos bien el domingo ¿verdad?.
Como Bauman apuntaba en "Extraños llamando a la puerta", casi todas las políticas migratorias "...colman de fortuna a unos pocos, matan a miles e ignoran a millones"
Yo solo pretendía leer las noticias. Aburrirme un rato, con la apertura de colegios electorales y los típicos artículos electorales sobre que hará este o el otro candidato en el día de hoy.
Vuelve a haber humedad, estaremos al 70%. La noche, calurosa y colmada de música "chunda chunda" de las atracciones de feria en la plaza cercana. Alguna mosquita, necesitada de sangre y claro, sudor, mucho sudor.
Solo nos falta el esfuerzo y las lágrimas, para sentirnos como Churchill en su discurso ante la Casa de los Comunes, el 13 de mayo de 1940.
Isi, ha comunicado a toda la casa que hay gente levantada. Va, de uno a otro, ladrando la buena nueva, buscando mimos, manos que rasquen su lomo y palabras cariñosas que acaricien su oído.
En el fondo, lo que quiere es salir al jardín. Meter el hocico en el parterre de plantas aromáticas (se las ha cargado casi todas), perseguir mariposas (hay alguna), moscas, mosquitos. Mordisquear piñas y mantener alguna conversación a ladridos con algún congénere que pase al otro lado de la valla.
Sombrillas, toallas, paseantes guiris que, ayer, tomaron más sol de la cuenta y , hoy, parecen cangrejos de dos patas.
El que más y el que menos, tiene previsto el vermut, la barbacoa, o una paella chiringuitera.
Los vecinos, han decidido que seamos partícipes de su discusión, mientras suben y bajan de los coches y deciden cuantos van en cada vehículo.
Habrá quien, se quedará en casa. Aire acondicionado, ventilador, casi desnudos. Otros, se acercarán a la orilla del mar, con esfuerzo. Alguna lágrima se escapará. El sudor recorriendo cada una de las vertebras, hasta alcanzar ese bulto hinchado y enrojecido, de la picadura de mosquito, a punto de sangrar por tanto rascar.
Si, un domingo cualquiera, lleno de sangre, esfuerzo, sudor y alguna lágrima. Bendita sociedad.
Animo y suerte.

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