viernes, 14 de marzo de 2025

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Ese café, después de comer, fue el culpable de la falta de sueño ayer.
No, no tuvieron nada que ver, las nauseas y el asco que me provocaron los recuerdos.
Volví, sin querer, a otras madrugadas llenas de silencio, en las que oscuros furgones cargados de muerte eran los únicos que transitaban.
Un numero que, en el fondo, de tan pavoroso, hace perder el sentido de la dimensión, 𝟳𝟮𝟵𝟭.
Fue el café, ese de después de comer. El que no debo tomar porque me desvela y me lleva a la más jodida realidad.
Dicen que era una guerra. Dicen que fue el virus quien los mató.
Me fui a las hemerotecas de unos y de otros. Repasé también la mía.
La historia no esta completa con 𝟳𝟮𝟵𝟭. Habría que hablar más de Monte Hermoso, de los protocolos, de Burgueño, de su hija y la 𝖮𝗉𝖾𝗋𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝖡𝗂𝖼𝗁𝗈. Mostrar con nombre y apellidos la ambición política y personal de tantos.
Y ese maldito café, al amanecer, me hace recordar:
𝐿𝑒𝑜, "𝑣𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟".
𝐿𝑒𝑜, "𝑒𝑙 𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑒𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑖𝑚𝑝𝑖𝑜".
𝐿𝑒𝑜, "𝑒𝑙 𝑎𝑔𝑢𝑎, 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎, 𝑒𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑝𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒".
𝑇𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑒𝑐𝑢𝑡𝑖𝑣𝑜𝑠, 𝑠𝑖𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝐶ℎ𝑖𝑛𝑎.
𝐿𝑒𝑜, "𝑣𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟".
𝐻𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑜.
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑐𝑎́𝑚𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑒𝑛𝑡𝑎.
𝑁𝑜𝑠 𝑐𝑟𝑒𝑖́𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠𝑜𝑠. 𝐼𝑛𝑐𝑙𝑢𝑠𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠, 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑟𝑖𝑐𝑜𝑠. 𝐻𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑠𝑡𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑒𝑔𝑜𝑖́𝑠𝑚𝑜, 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑖𝑛𝑐𝑜𝑛𝑠𝑐𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎.
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 "𝑔𝑢𝑒𝑟𝑟𝑎", 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑐ℎ𝑎 𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒. 𝑄𝑢𝑒𝑑𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑠𝑎.
𝐿𝑎𝑣𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠. 𝐸𝑠𝑎 𝑎𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑦 𝑦𝑎 𝑝𝑟𝑎𝑐𝑡𝑖𝑐𝑎́𝑏𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑥𝑐𝑒𝑠𝑜.
𝐿𝑒𝑜, "𝑣𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟".
𝐴ℎ𝑜𝑟𝑎, 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑛 𝑑𝑒 𝑏𝑎𝑙𝑐𝑜́𝑛 𝑎 𝑏𝑎𝑙𝑐𝑜́𝑛. 𝑌 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑝𝑙𝑎𝑢𝑠𝑜𝑠, 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠, 𝑛𝑜𝑠 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑛 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑎𝑟 𝑒𝑙 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜.
𝐻𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑜. 𝐷𝑒𝑏𝑒 𝑠𝑒𝑟𝑣𝑖𝑟 𝑑𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑜.
𝑌𝑎 ℎ𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑠𝑡𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑒𝑛 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠. ¿𝑌 𝑠𝑖 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎 𝑠𝑎𝑐𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑙𝑜 𝑏𝑢𝑒𝑛𝑜?
𝑉𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟, 𝑠𝑖́. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑢𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝑏𝑎𝑡𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎́𝑣𝑒𝑟𝑒𝑠, 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑒𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑖𝑚𝑝𝑖𝑜, 𝑒𝑙 𝑎𝑔𝑢𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑝𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑦 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑎́𝑗𝑎𝑟𝑜𝑠.
𝑄𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑖𝑟𝑣𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠, 𝑠𝑒𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑎. 𝑄𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑏𝑎𝑡𝑎𝑙𝑙𝑎, 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑣𝑖𝑑𝑎𝑠 𝑦 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜.
𝑉𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟, 𝑦 𝑒𝑙 𝑑𝑖́𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎, 𝑡𝑒𝑛𝑑𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑖𝑚𝑝𝑖𝑎, 𝑙𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑚𝑎́𝑠 𝑐𝑙𝑎𝑟𝑎.
𝐿𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑎𝑣𝑒𝑟𝑎, 𝑦𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑜́. 𝑈𝑛𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑎𝑣𝑒𝑟𝑎, 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑎.
𝑉𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟.
Que lástima, ese maldito café. Puede que solo fuera eso, un mal sueño, del que todavía no he despertado.
Sigo escuchando aquel silencio atronador.
Descansen en paz.
Animo y suerte.

lunes, 10 de marzo de 2025

A cada cual le llega su hora


Un desagüe me espera.
Alguien decidió que la mejor forma de desatascarlo era utilizando un líquido tan corrosivo que lo llenó de orificios.
Un armario es el siguiente en la lista. Quiere que lo baje al garaje, desde la segunda planta.
Un bizcocho de limón y semillas de amapola, se ha quedado pendiente.
El pan 𝑏𝑟𝑖𝑒́ con masa fermentada ha captado mi atención.
El 𝑝𝑜𝑖𝑛𝑡𝑎𝑔𝑒, dividir en porciones. 𝐷𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒́, moldear y 𝑎𝑝𝑝𝑟𝑒̂𝑡.
Una corteza con surcos, como si fuera un campo recién sembrado..
El jardín se está llenando de flores. Los tulipanes son los más vistosos y el polen de los pinos, lo cubre casi todo.
Una infusión de rooibos y manzanilla.
Suenan grandes éxitos de la primera década del 2000.
Julieta me dice que me quiere con limón y sal, que me quiero tal y como estoy.
Un programa de televisión (Nunca es demasiado pequeño).
𝐸𝑙 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑔𝑟𝑎́𝑓𝑖𝑐𝑜 𝑦 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑠𝑒𝑧 𝑑𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎𝑠 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑛 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑟𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎𝑠 𝑦 𝑎𝑠𝑒𝑞𝑢𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠.
¿Perdona?
Nos rearmamos mientras veo las sombras de los arboles y escucho a las palomas cansinas y al pelma del perro de dos casas más allá, ladrar.
La exconsejera, imputada. No confundir con Salomé, la princesa (hija de Herodías), con Salomé, hermana de María, madre de Jesús de Nazaret, o con Salomé, la cantante.
El Nasdaq cayendo, y el resto de bolsas, también.
Veo a 𝟑𝒑𝒂𝒕𝒂𝒔 paseando cadenciosamente por sus dominios.
Ni paga basura, ni agua, ni el IBI; pero se mueve como el Emperador del jardín.
Grito, golpeo el cristal y el, a saltitos, alcanza la valla.
Rusia, Ucrania, Siria y ahora Groenlandia. Puto Donald (el pato no, el otro).
Y suena Celia Cruz.
𝑅𝑖́𝑒, 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎
𝑄𝑢𝑒 𝑎 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑐𝑢𝑎́𝑙 𝑙𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎 𝑠𝑢 𝘩𝑜𝑟𝑎
𝑅𝑖́𝑒, 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎
𝑉𝑖𝑣𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑦 𝑔𝑜́𝑧𝑎𝑙𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑎
¡Azúcar!
Animo y suerte.

domingo, 2 de marzo de 2025

Somos malos, Malasombra



Llovizna.
He buscado en el armario una de esas chaquetas de estar por casa que hace tiempo que no me pongo.
Toda mi ropa de invierno la uso muy poco. Debería eliminarla, regalarla, donarla.
Me pasa como con los pensamientos, con los recuerdos.
Esos cajones que guardan cosas, mezcladas, sin relación, hasta que las encuentras por pura casualidad.
Unas te sorprenden y te alegran. Otras, te dan un pellizco en las tripas.
Como dice Kase.O:
𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒉𝒂 𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝒄𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒛
𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒉𝒂 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒖𝒕𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒓𝒅𝒂
𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒐 𝒉𝒂 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒗𝒊́𝒄𝒕𝒊𝒎𝒂, 𝒒𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒐 𝒉𝒂 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒋𝒖𝒆𝒛
𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒐 𝒉𝒂 𝒕𝒊𝒓𝒂𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒊𝒆𝒅𝒓𝒂, 𝒂𝒉
El alfeizar de la ventana va llenándose de manchas oscuras con las gotas de lluvia.
Hace tiempo aprendí que, los recibos, las facturas, la inmensa mayoría de documentos relacionados con mi vida, debía guardarlos al menos un quinquenio.
Antes (cuando, antes, son 30, 40 años atrás) eran cajas llenas de papeles.
Cuando compraste la lavadora, la primera hipoteca, el crédito del coche, la cartilla militar, el libro de familia, los títulos que reconocían tu esfuerzo o tu suerte.
Te provocan una sonrisa al verlos. ¿Tanto tiempo ha pasado?
Y siguiendo el hilo, algunos de esos documentos, fotos o momentos, se convierten en esa pequeña astilla que no sabes como se clavó en un dedo y, toques lo que toques, se hace notar.
Te empeñas en quitarla. Parece que se ha ido, pero vuelve una y otra vez.
Las lágrimas, llegado el momento, enjuagan, no arrastran.
Me engaño, nos engañamos.
Negativos. Diapositivas. Papel fotográfico. Cajones, armarios, estanterías en el alma.
El hipocampo infinito.
¿Existe realmente el olvido?
Hoy, quiero olvidar.
Mañana, un olor, una imagen, una canción, un lugar, arrancarán del subconsciente aquello que creí olvidado.
Una sonrisa tierna, un pellizco en las tripas o esa espina, de los hermanos Malasombra, que solo sabe pinchar.
El almendro ha empezado a florecer. En unas semanas, la primavera volverá.
Animo y suerte.

sábado, 1 de marzo de 2025

Distintos, pero iguales



Desde hace varias semanas espero, sin suerte, el amanecer soleado.
Ni el físico ni el mental, se confirman.
Nublado, esté donde esté, y aunque mi cabeza no respira ansiedad, noto que tras la puerta me está esperando, agazapada, silenciosa.
No te aburriré con todas las ideas apocalípticas y distópicas que estos días están ocupando mi tiempo de reflexión.
Me he levantado agotado. Soñé o, mejor dicho, he analizado durante toda la noche el puzle.
El nuevo país, Europea, va tomando forma.
Paris, como capital, aglutina los centros de poder de defensa, economía y política exterior.
Mientras, se confirma que las políticas de inmigración ilegal en los Estados (cada día menos Unidos) americanos, tiene sesgos culturales y racistas. Es la excusa para el control fronterizo.
Ellos, hablan de negocios, no de caridad. Su política exterior se basa en "quien da más", no en valores democráticos ni en la estabilidad global.
Familia, religión y patriotismo. A la vez, se recortan derechos de las minorías. Se incluyen valores religiosos en leyes civiles y se defiende la familia tradicional (tres matrimonios y escándalos sexuales).
EEUU, se fragmenta cada vez más. Ideología, derechos sociales y economía llevan a plantear "Mi Estado First". Hay señales de crisis interna, desobediencia a la administración federal. Estados "Trumpistas" y "los otros".
Estados ricos, pueden sentirse perjudicados y negarse a financiar políticas federales.
Segundo café. Necesito despejarme.
Poco más de 2 millones de votos inclinaron la balanza a favor de Donald (el pato no, el otro).
¿Guerra interna o secesión blanda?
Curioso. Cuantos paralelismo. No somos tan distintos, ¿verdad?
Animo y suerte.

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martes, 18 de febrero de 2025

Teatro, puro teatro

 

Veo las imágenes de la reunión de Marco y Serguéi.
Me da la sensación de que Serguéi es el dueño de la casa y Marco tiene que hacer un esfuerzo para que no se le note el síndrome del impostor.
La mano izquierda sobre la mesa, con el puño derecho sobre ella, para evitar que se vaya de ahí. Como aquellas fotos que hace más de 50 años nos hacían en el colegio. Como que escribías, como que el decorado te gustaba, como que tu corte de pelo de paje o de cazuela lo habías elegido tu. Como que, todo aquello, no era un decorado que una empresa de Valencia montaba y le cobraban a tus padres 60 pesetas por inmortalizar a su criatura.
Y esa criatura, Marco, piensa en sus padres, en lo orgullosos que estarán de que su hijo sea el cuarto en la sucesión a la presidencia de un país que los acogió como inmigrantes en 1956. Que lejos queda eso. Está olvidado.
El lenguaje no verbal.
La postura corporal, la expresión facial, las miradas, el contacto visual, las manos, los gestos, la distribución del espacio.
Serguéi, en posición de incorporarse para ofrecer asientos y pedir al mayordomo un refrigerio para sus invitados. El boss, el que controla. Veinte años en la diplomacia, o mejor, haciendo funcionariado. Aunque muchos dicen que no es amigüito intimo de Vladímir, el actúa. Sabe moverse en el escenario.
Chaqueta abierta, relajado. Mirando a su alrededor y viendo un escenario en el que ha actuado mil veces.
Marco, tal vez, esta más preocupado de esa información que está transmitiendo. Contención, casi como un intento de sujetarse a sí mismo. Autocontrol, pero también tensión o inseguridad. Como si estuviera evitando que su propia gestualidad lo traicione, quizás está dentro de un escenario que le queda grande o que no puede modificar a su antojo. Está lidiando con su propio papel en la escena. Como si estuviera intentando encajar en un guion que no ha escrito él.
Serguéi, no necesita demostrar autoridad, la tiene.
Las luces de la sala se apagan. El telón se levanta. Teatro, puro teatro.
Animo y suerte.
#100cafesbuscandoelmar
#100cafesmasconunputovirus
#100cafesy2000paracetamoles

lunes, 17 de febrero de 2025

Buscar al gigante

 


Es curioso ver las actuaciones del poder judicial español, confrontadas con la forma de reaccionar de los fiscales estadounidenses.
Vamos hacia un "nuevo" modelo imperial.
Hablamos de Europa como si fuera alguien con un color de pelo y una estatura.
Mientras leemos las noticias, escuchamos la radio o vemos imágenes del presidente de la Conferencia Internacional de Seguridad en Múnich que se emociona y llora ante la situación de relación entre Europa y Estados Unidos, vuelvo a las madrugadas de un mes ,como este, en 2020.
Aquel silencio atronador, se rompió con aplausos y caceroladas.
Siempre poníamos en tela de juicio ese "fantasmagórico" NOM, ese nuevo orden mundial que el club Bilderberg representaba.
Adelantamiento por la derecha y nunca mejor dicho. El uso de la fuerza, el ataque de los distintos, machacar o utilizar a las personas que están al borde de la sociedad "establecida" como armas arrojadizas.
El perder valores o ponerlos en tela de juicio, por miedo, por querer estar en el bando "ganador", aun sabiendo que en la guerra no gana nadie.
Mientras, bailamos y hacemos vídeos para obtener "likes", como si fuera nuestro Soma; para seguir viviendo en un mundo feliz que otros han inventado.
Una nueva pandemia para la que no hay vacunas, y menos cuando los que la fomentan no creen en la ciencia.
El mercado de las ideas, se ha hundido.
Hace muchos, muchos años, interpreté una obra de teatro titulada "El gigante" de Luis Matilla.
La búsqueda del gigante, otra vez. El descubrimiento de la verdadera historia que nunca contaron los vencedores.
𝐿𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝐴𝑙𝑐𝑎𝑙𝑑𝑒
𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝐽𝑢𝑒𝑧
𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑛
𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟.
𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑔𝑖𝑔𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠
𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑎𝑛 𝑎 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑎𝑟
𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑙𝑜𝑠
𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑛 𝑚𝑎́𝑠.

domingo, 16 de febrero de 2025

Huevos Benedic


Me he levantado pensando que haría un sol esplendido y que podría retomar la caminata de ayer.
Bueno, el día no ha salido malo pero como que me ha dado frío.
Pantalón corto, camiseta y al salir, he pensado en tomarte otro café, poner la lavadora, esas cosas de domingo por la mañana.
Me han recordado regar los bulbos. Dicho y hecho. Algo de ejercicio de baja intensidad. Vamos con la lavadora.
He hecho escaleras, para aburrir. Desde el dormitorio al garaje (donde está la lavadora) hay 24 peldaños.
Normalmente la ropa para lavar está al nivel del dormitorio. Hoy, no.
Venga, 8 peldaños más de subida.
Ya te hago yo las cuentas, no te preocupes.
Van 32 peldaños para poner la lavadora. Y cuando estas a punto de ponerla en marcha, recuerdas la ropa de ayer. Deberías aprovechar.
Bien. Ya está en marcha. Solo te ha llevado 64 peldaños.
Estas en el recibidor.
Me voy a hacer otro café y saldré al jardín a tomármelo y, de paso, reviso el pino piñonero por si vuelve a tener megacolonia de procesionarias.
¡Vaya!. El vaso del primer café ¿Dónde lo he dejado?.
Efectivamente, 8 + 8 + 8. Y no lo he encontrado.
Bien, otro vaso.
Veo que la chimenea, no la limpié el otro día. Recojo las cenizas y después pasaré la aspiradora.
Si, ¿Cómo lo sabes?. Al garaje. Solo nos ha llevado 32 peldaños más, bajar a por la aspiradora, subir, volver a bajar y volver a subir para ponerme delante de la cafetera.
¿Había leña por si esta tarde se tuerce el día?
Si, si. La leña esta, detrás, junto al tendedero.
El camino más corto, a través del garaje.
Al menos tendré que hacer dos viajes. (O sea, 8+8+8+8. 24 más)
Ahora si. Reviso el piñonero. Todo en orden.
La lavadora ha terminado. (8+8, más)
Ordenaré fotos de recetas, limpiaré los discos y el móvil. (16 escalones, más)
En el congelador tengo masa de pizza.
Bolsas de basura preparadas. Una se la dedico a Donald (el pato no, el otro) y la otra para Vladimir (que de maldades se me han ocurrido).
Y me acabo de acordar donde he dejado el vaso del primer café. Si, en el garaje.
Ahora sale el sol.
Alguien que me quiere, me envía una foto de su desayuno.
Huevos Benedic.
Con lo que me gustan. Aun recuerdo los mejores que he tomado.
Ámsterdam.
Eso, eso tenía que haber hecho yo.
¡Manda huevos!
Animo y suerte.

jueves, 13 de febrero de 2025

Sé como te llamas


Es curioso como determinados nombres quedan en nuestra memoria. Hablo del "nombre" y no de todo lo que acompañó a esa persona o personaje, aunque en muchas ocasiones son inseparables.
El Capitán Trueno. Aquella serie de historietas, por ejemplo.
Capablanca, el ajedrecista cubano. Negroponte (el tecnólogo, no su hermano). Fernando Simón, portavoz del Ministerio de Sanidad durante la pandemia.
Los Steve´s. Jobs y Wozniak, los chicos de Apple.
¿Cuántos nombres de Presidentes de Estados Unidos, recuerdas?
Haz la prueba.
Donald (el pato no, el otro). Biden (ese señor mayor), Obama (El inconfundible)… Y aquí se te nubla. Bush, si, si.
Clinton (el picarón), otra vez Bush (el papito), Reagan, Carter, (aquí vendría, Ford, pero no lo recordaba), Nixon, (Johnson, que tampoco recordaba), Kennedy.
Hasta aquí, más o menos bien. Porque a partir de ahí, los siguientes son históricos y seguramente al nombrarlos, todos digamos ¡ah! ¡si!.
Eisenhower, Truman, Roosevelt, Hoover… Y empieza la bruma, del olvido o de la ignorancia.
Un nombre como Luis o Carlos, nos llevan a nombres de reyes. William, seguro que acompañará a Shakespeare.
Inténtalo.
Josefina. Vecina de rellano en la infancia.
Rosa Mari. Primer amor no correspondido.
Aguirregomezcorta. Compañero de la mili (si, yo hice la mili y la EGB).
Meritxell, una virgen con ermita en Andorra.
Cierto es que hay otros nombres que nos gustaría olvidar, y en cuanto hablamos de olvido, vuelven todos en tropel. Es como si hubiera una alarma o un despertador que actúa al querer olvidar.
En mi caso, no son muchos, pero alguno hay.
Ahora mismo, tengo en mente el nombre de una señorita, o señora, de nombre compuesto y rubias guedejas, preocupadísima con mi declaración del IVA en el año 2023.
Si, hay nombres que a veces es mejor olvidar.
Pdta.: Me acaban de regalar una palabra nueva. Kalopsia. Ahí lo llevas.
Animo y suerte.
#100cafesbuscandoelmar
#100cafesmasconunputovirus
#100cafesy2000paracetamoles
Foto de Greg Lippert en Unsplash