La Novena Sinfonía de Beethoven. ¿Que tiene de especial?
Su último movimiento es el archiconocido "Himno de la Alegría".
Ayer, pude disfrutar de él. Adultos, niños; 680 voces en el Auditorio Nacional entonaron la Oda a la Alegría.
Mientras, en la calle, miles de personas reclamaban su dignidad, perdida.
Una oda a la libertad (Ode an die Freiheit), que finalmente se convirtió en Alegría (Ode an die Freude).
Aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría
Hija del Elíseo,
penetramos ardientes de embriaguez,
¡Oh celeste! en tu santuario
Tus encantos atan los lazos
que la rígida moda rompiera;
Y Todos los hombres serán hermanos,
bajo tus alas bienhechoras.
Todos esos instrumentos distintos, personas, diferentes en edad, en creencias. Unidos en una misma partitura. Unidos cantando a la alegría de la unión, a la libertad.
Los 350 diputados de nuestro gobierno. No tienen una misma partitura. Cada uno entona el himno que más cerca está de sus intereses, propios o de partido.
El director de esa orquesta, de ese coro, también es sordo como Beethoven.
¿No te ha oído cantar?
¿No llegan hasta el las voces de la calle?
¿Cuantas veces y como de fuerte se ha de gritar?.
Así nunca se escribirá una buena sinfonía.
Así nunca se escribirá una buena sinfonía.
Quién logro el golpe de suerte
De ser el amigo de un amigo;
Quién ha conquistado una noble mujer,
¡Que una su júbilo al nuestro!
¡Sí, que venga aquel que en la tierra
pueda llamar suya siquiera un alma!
Y quien jamás lo ha podido,
¡Que se aparte llorando de nuestro grupo!.
Al final, 24 detenidos, 88 heridos. Y la dignidad, maltrecha. La libertad, dañada.
Se derrama la Alegría para los seres
por todos los senos de la Naturaleza;
Todos los buenos, todos los malos,
Siguen su camino de rosas.
Ella nos dio los besos y la vid,
Y un amigo, probado hasta en la muerte;
Al gusanillo fue dada la voluptuosidad,
Y el querubín está ante Dios.
¡Ante Dios!
Un Himno, el Europeo. Que pretende unirnos. Que todos marchemos en una dirección común. Hacia la libertad.
Lamentablemente, la partitura, nadie la lee.
Lamentablemente, la partitura, nadie la lee.
Alegres, como vuelan Sus soles
A través de la espléndida bóveda celeste,
Corred, hermanos, seguid vuestra ruta,
Alegres, como el héroe hacia la victoria.
Abrazaos, Millones de seres!.
¡Este beso para el Mundo entero!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada
Habita un Padre Amante.
¿Os prosternaís, Millones de seres?
Mundo, ¿presientes al Creador?
¡Búscalo por encima de las Estrellas!
¡Allí debe estar su Morada!.
¿Lo habrá escuchado la troika?. ¿Tal vez sean sordos, también?
Ellos, nosotros. En un tiempo nos habremos ido de aquí, pero Beethoven, seguirá haciendo su campaña for Presidente, por siempre jamás.
Animo y suerte.
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