viernes, 7 de marzo de 2014

Mi cadáver el último poema


Parecía que no llegaba nunca y ya está aquí. San Viernes.
Me he levantado más pronto de lo habitual, por aquello de que "A quien madruga...", pero nada, que no.
A lo de Crimea, no le veo solución. Obama, llamando a Putin. Si, vía diplomática, pero con sanciones.


He leído todo lo que he podido sobre el conflicto, y es fácil, muy fácil de entender; pero... difícil, muy difícil de resolver.
Se puede liar, parda. Primero que si referéndum, poco después, anexión. Chungo.




Venezuela. Pues que queréis que os diga. Maduro paranoico total. Rompe relaciones con Panamá. La escalada de violencia en las calles un año después de la muerte de Chavez, sigue. 
La Organización de Estados Americanos, mira para otro lado y descarta que en Venezuela la democracia esté en peligro.
Vaya, hacía días que no leía esa palabra. Democracia. ¿Existirá?. ¿No será otro montaje de Évole?

Y por aquí, sin vergüenza. Alfredo, da la orden a sus chicos de Navarra que nada de moción de censura contra Barcina. Que todos quietos. Nada de acercamientos a Bildu, ni aun teniendo la razón.
Anda que ya te vale, Alfredo.




Alberto, apoya a Anita para la Alcaldía de Madrid.
Pero mira que eres Pinocho. Si todos saben (todos, todos, todos) que a quien apoyas es a Espe. Pillín, pillín, nadar y guardar la ropa ¿eh?.



Otro que está que se sale. Reig Pla, en su linea.
Ahora el aborto es peor que una guerra civil.
Este caballero/sacerdote/obispo, debería revisar si lo suyo es incontinencia verbal, o si de pequeño se dio un golpe o algo.



El Monasterio del Interior y su Prior, zanjando la cuestión de los subsaharianos muertos:
"La Guardia Civil no hizo nada mal mientras no se demuestre lo contrario"
Ole, ole y ole. Ahí estamos. Como lo de Bárcenas. Todo es mentira, menos alguna cosa, ya, ya. 
Mientras, compramos más alambradas.

Dicho queda. Al que madruga... la realidad, lo abofetea antes.





Panero, descansa en paz. Más locos como tu, menos cuerdos, como estos.


Más allá de donde 
aún se esconde la vida, queda 
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía, 
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.

Dedicatoria. Leopoldo María Panero 

Animo y suerte.





No hay comentarios:

Publicar un comentario