Sábado.
Empezamos con fuerza, ¿vale?
Imagina por un momento, que no hubiera que trabajar.
Si, si.
Las diferencias entre hombres y mujeres, en el mundo laboral, desaparecerían.
Ya no podríamos definirnos, por lo que hacemos.
¿Que eres?
Ingeniera, veterinario, abogada, pintor...
Ya no.
¿A que podríamos dedicarnos si el trabajo no consumiera la mayoría de las horas en las que estamos despiertos?
¿Qué pasaría si creásemos un sistema de trabajo público que proporcionara un salario mínimo justo y que verdaderamente asegurara una vida digna para toda la economía?
¡Ala!...
¡A la mierda el trabajo! (James Livingston)
Animo y suerte.
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