sábado, 14 de enero de 2017

Maldito Calderón


Sábado.
He dormido, poco.
Me costó llegar, a ese punto cero.
No suelo, soñar. Y cuando lo hago, casi diría que es por algún motivo. por la necesidad de soñar.
No son sueños retorcidos, extraños o irreales.
Si alguna vez sueño, parecen más bien historias con su comienzo, su trama, su desenlace y su fin. Y los disfruto como si de la pura realidad se tratara. Igual que un onironauta, sueño de forma lúcida.
Cierto es, que tal vez de forma inconsciente (claro, estoy dormido) los organizo.
Ahora esto, después lo otro. Esto ahora, no, que entonces lo otro, no puede ser.
Y ahora voy, y luego vengo....
No soy héroe, ni villano. Ni débil, ni fuerte. Solo, soy.
Si por casualidad me despierto, cuando vuelvo a intentar dormirme, reorganizo mi sueño. Lo recoloco y trato de que continué en el punto donde lo deje; siguiendo la trama argumental, o eso creo.
Salvar distancias. Eliminar el tiempo.
Las barreras físicas, las lógicas, todas caen.
Y se abre ante los ojos, otra vida.
Maldito Calderón.
Animo y suerte.

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