Viernes.
La vida es puro riesgo.
Continuo, constante.
Solo nos sentimos seguros, "felices", protegidos, mientras alejamos de nuestro pensamiento esa realidad.
Un tropezón, un descuido, un tifon, un huracán o un terremoto.
En un instante, todo lo que estaba bien, desaparece, se frustra y nos convierte en damnificados de la casualidad, de la mala suerte, del infortunio.
No mires, no escuches, no te preocupes, no pienses... Todo está bien.
"Quien busque infinito, que cierre los ojos"
—Milan Kundera— La insoportable levedad del ser.
Animo y suerte
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