Viernes.
Efectivamente, es esto. ¿Nadie te lo había dicho?
Escalar montañas, subir a lo más alto. Descender a los infiernos y notar la piel arder.
Moverse, entre revisar la agenda con todo bajo control, o sentir tu propio Bukowski empujando por debajo del diafragma.
Hacer el nudo de la corbata alrededor de ese cuello impoluto.
Sentir el vómito de la borrachera reseco en la comisura de los labios.
Ser ecuánime y honesto, equilibrado y formal.
Sentir la ira, el desprecio. Sentir el odio correr por tus venas.
Todo es arder, para que al final solo queden cenizas.
Arriba, abajo...
Ingenieros, economistas, abogados, albañiles o pintores de brocha o pincel.
Que más da.
La piel arde por el fuego del infierno y también por el viento helado de la montaña.
Para que hablar de cabañas o de palacios a Don Juan.
Para que hablar de cervezas o de vino, al alcohólico confeso.
Somos tan iguales, tan distintos.
Y mientras tu, ahí, das un paso más.
Alguien, algún día, pintará cuadros con nuestras cenizas.
Animo y suerte.
#100cafesy2000paracetamoles
#lavidaenunataza
#100cafesalamanecer
#contraTupobreza
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