miércoles, 24 de abril de 2019

Cuando yo no esté



Miércoles.
Bueno, pues ya está.
Me lo dejaron ustedes meridianamente claro, anoche.
Cada uno, ejerció el papel a la perfección.
Todos hablaban para los suyos, buscando no perder y ganar algo, aunque fuera poco.
Se vieron unas primarias en los extremos, y en el centro, se olía un acuerdo muy profundo, del que no se puede hablar. 
No hay más cera que la que arde.
Leer los titulares esta mañana, es leer "sus" intereses, los de los editores.
El voto del miedo, el voto útil, el voto de partido, el de "los míos"... no me sirve.
Votaré, por la intención. Votaré, sin miedo a sentirme defraudado el lunes. 
Habrá pactos, habrá acuerdos.
Votaré porque todo cambien. No, no hablo pensando en el futuro de mis seres queridos, de las próximas generaciones.
No tengo interés en construir el futuro de nadie.
Hablo de mi, de mi futuro. 
Y ese, quiero intentar escribirlo yo.
El voto del egoísmo. Ese será mi voto.
¿Otro café?
Animo y suerte.

Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.

Recuerda todo eso.

No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.

Recuerda que no hay nada que no pueda
ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío.

Fragmento de "Poema para que lo leas cuando no esté a tu lado" - Benjamín Prado - Marea humana


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