jueves, 1 de septiembre de 2022

Plan vital



Y ya está aquí septiembre.
Hacía días que no dormía tantas horas seguidas. El costado sigue molestando, y el no guardar reposo ayuda poco, pero me ha dejado dormir.
Mi mesa de trabajo, limpia, despejada y reluciente. Hoy, retomamos proyecto con un cliente de la costa oeste. Seguro que alguna llamada del desierto. Hay que preparar la semana próxima. Me gusta el proyecto, tengo empatía con él y con la gente que participa. saldrán grandes cosas de ahí.
Ayer, cambio de gafas. Llevan tiempo molestándome las últimas que me compre.
Sorpresa, ha desaparecido mi astigmatismo y ha disminuido mi hipermetropía. O sea. Estaban mal graduadas. ¡Mátame camión!
El astigmatismo está ahí, pero la óptica anterior decidió que lo quitaba. Y veo menos que un topo, faltan dioptrías. Conclusión: Gafas nuevas para la semana que viene.
La adaptación al nuevo espacio, va bien. El calor bajó y el paseo por las calas ayer, para volver a casa, fue fantástico.
El Gestor de mi banco quiere que haga alguna inversión (puffff).
- Deberías tener claro tu plan vital. Sino, es imposible.
O sea. Que debo saber que voy a hacer con mi vida. Mejor dicho, sería necesario saber "que no voy a hacer".
Pues va a ser que ni idea.
Una de las inmobiliarias de Ítaca, me pregunta cuando voy por allí. Tienen un "palacete" del siglo XIX a la venta. "...com 12 quartos e um grande logradouro com área de estacionamento privativo para cerca de 25 automóveis".
Y no te creas, el precio es similar al de un apartamento en esta zona. Si te interesa, te paso el contacto. Requiere obra hasta en el cielo del paladar. Interesante.
Plan vital. ¡Ja!.
Si yo hago muchos planes, si. Pero la vida, que es la que manda, hace con ellos lo que le sale de allí.
¿Y si buscamos una casa aquí?
El invierno es muy duro, me dicen. Poco a poco, no hay prisa. Debe estar orientada hacia el amanecer. Ya, ya. Pero en Ítaca, la quiero hacia el atardecer. Hacia el océano.
He llegado a un punto en que solo existen dos preocupaciones. La primera (egoísta, lo se), que no me duela nada distinto de lo que me dolía ayer. La segunda. Que los que me rodean y me miman se sientan bien. Bueno, tres, son tres. Facturar. Hay que seguir pagando facturas.
Vamos a por otro café y a la oficina.
¿Sabes cómo estoy? ¡Fenomenal!
Animo y suerte.
Pdta.: Mis libros siguen a la venta y estoy pensando en sacar otro. Plan vital, ya, si.

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