jueves, 22 de septiembre de 2022

No soy de aquí, ni soy de allá



Un nuevo amanecer cerca del mar.
Poco a poco, voy asumiendo que no estoy de vacaciones, sino que vivo aquí.
Cojo poco el coche.
Me despierto pronto y me preparo un café. Salgo sin hacer ruido para que las "invitadas" no se despierten.
Camino, lento o rápido. Hacia el mar, por el paseo o por las calas.
Voy mirando al cielo, hoy, oscuro. Ayer cayó un buen chaparrón.
El bar del francés está a punto de abrir. Los barrenderos con sus carritos eléctricos, recogen y vacían papeleras.
Pocos coches, poca gente.
Las luces, parpadeantes, de los carriles bici y las de una ambulancia silenciosa, me acompañan unos cientos de metros.
El camión de la basura, un ciclista.
Levanto la persiana metálica y me quedo mirando el mar. Un perro ladra.
Leo unas páginas, preparo un café y hojeo las noticias.
Salgo fuera. Pájaros. El cielo lleno de nubes. Pasa un coche.
En uno de los locales de al lado, da la sensación de que vive alguien.
Conduce un coche con volante a la derecha, lleva camisas de cuello inmenso y color de espectáculo de variedades, zapatos de charol, con un reborde dorado.
He coincidido con él en el bar de abajo.
No es de aquí. Como yo.
Cierro la puerta. El bar ya estará abierto.
He mirado una receta de Cruffins y se me ha antojado un croissant.
La camarera me desea bon día.
Solo un cliente, con una copa de ¿anís? ¿coñac?.
Aparece otro y la terraza se anima.
- Ponme un café y la alegría
El acento es de mucho más al sur.
Llega el café, con un cubilete lleno de alegría transparente. ¿Orujo?
El sol intenta, a puñetazos, asomarse entre las nubes.
Pago a la camarera que tiene acento francés.
Respiro profundo. Me siento cómodo.
Ayer, en el banco, se hablaba alemán.
El carnicero, de un poco más abajo, es Belga.
Tal vez hoy, una casa con encanto se cruce en nuestro camino.
Los primeros mensajes. Llamadas de trabajo.
Solo me falta una guitarra y cantar como Facundo Cabral:
𝘔𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭 𝘷𝘪𝘯𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴
𝘺 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘦𝘫𝘰𝘴 𝘺 𝘭𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘦𝘫𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘰𝘳𝘦𝘴
𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘦𝘳𝘰 𝘺 𝘭𝘢 𝘷𝘰𝘻 𝘥𝘦 𝘋𝘰𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴
𝘺 𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘳 𝘮𝘰𝘫𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘪𝘦𝘴
𝘕𝘰 𝘴𝘰𝘺 𝘥𝘦 𝘢𝘲𝘶𝘪́, 𝘯𝘪 𝘴𝘰𝘺 𝘥𝘦 𝘢𝘭𝘭𝘢́
𝘯𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘦𝘥𝘢𝘥, 𝘯𝘪 𝘱𝘰𝘳𝘷𝘦𝘯𝘪𝘳
𝘺 𝘴𝘦𝘳 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻 𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘪𝘥𝘢𝘥
Empieza el día.
Animo y suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario