domingo, 15 de diciembre de 2024

Bizcocho 4/4



Se ha ido la luz.
De vez en cuando, ocurre. Se va, viene, se vuelve a ir. Como si le diera vergüenza volver por no haber dado explicaciones de su huida.
Ha vuelto. Se ha ido de nuevo.
Quería hacerme otro café, pero tendré que esperar.
Sigo escribiendo mientras la batería aguante.
Me vienen a la cabeza varias de esas películas distópicas que asaltan todas las plataformas.
"Y todo empezó aquel día en que se fue la luz..."
Las impresoras han revivido. Pero ha sido por poco tiempo.
Bajo las escaleras casi a saltos para hacer café. Parece que la luz aguanta.
Leo las noticias. Muchas de ellas desoladoras, otras invitando a reflexionar.
Alguien, gana una segunda vuelta en las elecciones para ser Presidente de un partido. Amarga victoria cuando casi la mitad de tu electorado no confía en ti.
En Francia, otro nuevo primer ministro. Al presidente le quedan pocas salidas. ¿No hay profesionales de la política en edad de merecer?. No voy al edadismo, que os veo.
Es difícil ceder poder. Cuestión de confianza, tal vez. Miedo a dejar de ser. Dejar el trono.
Leo comentarios sobre el fallecido propietario de Mango, el hombre más rico de Cataluña y una de las principales fortunas de España. Se lamenta su pérdida pero aflora la preocupación sobre la gestión de sus empresas y patrimonio.
Ser dueño, ser primer ejecutivo, ser accionista.
Podemos llevarlo a la política también o a tu entorno familiar.
Cada elemento debe conocer sus funciones y sus responsabilidades y entender como la unión de todos ellos, hacen "la compañía", el "Gobierno" y llevan adelante propósitos, ideas o planes.
La Casa Blanca no sigue el modelo de Mango, creo. Todos los nombramientos van aparejados a "milmillonarios". He intentado sumar las fortunas estimadas de todo su gabinete y he necesitado tumbarme en el sofá.
Todas esas fortunas invertidas en resolver los problemas de esta sociedad, igual...
Siria, en el aire. Ucrania más de lo mismo y lo de Israel, para llorar.
Hare un bizcocho 4/4. Estoy de antojo.
Vuelvo a pensar en la situación distópica de que no hubiera energía eléctrica.
Un mundo sin móvil, sin aire acondicionado, sin ordenador… ¡sin Netflix!
¡Sin bizcochos!. No, no, eso no.
Animo y suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario