Me he levantado pensando que haría un sol esplendido y que podría retomar la caminata de ayer.
Bueno, el día no ha salido malo pero como que me ha dado frío.
Pantalón corto, camiseta y al salir, he pensado en tomarte otro café, poner la lavadora, esas cosas de domingo por la mañana.
Me han recordado regar los bulbos. Dicho y hecho. Algo de ejercicio de baja intensidad. Vamos con la lavadora.
He hecho escaleras, para aburrir. Desde el dormitorio al garaje (donde está la lavadora) hay 24 peldaños.
Normalmente la ropa para lavar está al nivel del dormitorio. Hoy, no.
Venga, 8 peldaños más de subida.
Ya te hago yo las cuentas, no te preocupes.
Van 32 peldaños para poner la lavadora. Y cuando estas a punto de ponerla en marcha, recuerdas la ropa de ayer. Deberías aprovechar.
Bien. Ya está en marcha. Solo te ha llevado 64 peldaños.
Estas en el recibidor.
Me voy a hacer otro café y saldré al jardín a tomármelo y, de paso, reviso el pino piñonero por si vuelve a tener megacolonia de procesionarias.
¡Vaya!. El vaso del primer café ¿Dónde lo he dejado?.
Efectivamente, 8 + 8 + 8. Y no lo he encontrado.
Bien, otro vaso.
Veo que la chimenea, no la limpié el otro día. Recojo las cenizas y después pasaré la aspiradora.
Si, ¿Cómo lo sabes?. Al garaje. Solo nos ha llevado 32 peldaños más, bajar a por la aspiradora, subir, volver a bajar y volver a subir para ponerme delante de la cafetera.
¿Había leña por si esta tarde se tuerce el día?
Si, si. La leña esta, detrás, junto al tendedero.
El camino más corto, a través del garaje.
Al menos tendré que hacer dos viajes. (O sea, 8+8+8+8. 24 más)
Ahora si. Reviso el piñonero. Todo en orden.
La lavadora ha terminado. (8+8, más)
Ordenaré fotos de recetas, limpiaré los discos y el móvil. (16 escalones, más)
En el congelador tengo masa de pizza.
Bolsas de basura preparadas. Una se la dedico a Donald (el pato no, el otro) y la otra para Vladimir (que de maldades se me han ocurrido).
Y me acabo de acordar donde he dejado el vaso del primer café. Si, en el garaje.
Ahora sale el sol.
Alguien que me quiere, me envía una foto de su desayuno.
Huevos Benedic.
Con lo que me gustan. Aun recuerdo los mejores que he tomado.
Ámsterdam.
Eso, eso tenía que haber hecho yo.
¡Manda huevos!
Animo y suerte.
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