Despertar tranquilo. Tal vez, con algo de congestión. Acostarse tarde, habiendo dormido poco la noche anterior no suele ser bueno pero, ayer, me dio igual.
Sobremesa nocturna larga, intensa, para recordar. Llena de guiños, de esperanza. Pintando confianza y dando fuerzas o al menos una mano donde agarrarse. Noche ventosa con las luces del jardín ejerciendo de estrellas.
Muchas sobras en el frigorífico. No prepararé comida.
Tengo a Isi tumbada a mi lado, la cacería de esta mañana la ha agotado. Perseguir salamandras, insectos, tórtolas y pájaros, agota a cualquiera, ese cerebro de nuez solo piensa en correr, saltar, oler.
Cuando entra en casa exhausta, a beber agua o a comer, es como cuando éramos pequeños y nos llamaban a merendar en lo mejor del juego. Bebe y come rápidamente para volver a su aventura del jardín selvático. Entre libélulas y mariposas.
¿Quién no sería ella, y cada día con más ganas?. Pelarse las rodillas jugando a indios y vaqueros, sorteando en que bando te toca hoy que, ayer, ya fuiste vaquero y los indios corren más y te gusta pintarte la cara y danzar con canciones inventadas a la lluvia.
Hacer un hoyo en el suelo y jugar a las canicas. Llenarte la cara de churretes de sudor con polvo del parque.
Saber que cuando llegues a casa, olerás a sudor de niño y no hay plan.
Vacaciones, aun quedan vacaciones.
Escucho a @jlsastre (José Luis Sastre) y me arranca de la ensoñación.
Tiene su estilo. A veces, creo que le puede el corazón. No, no es malo, pero forzarlo tanto y todos los días, deja herida.
Heridas, heridas, grandes y pequeñas.
Todo me lleva a Gran Vía, a Desengaño, a la entrada por Mesonero Romano, a la Plaza de la Luna y a Corredera Baja de San Pablo. A Casa Fadrique y la rica comida casera de la madre de Juanjo, que con su milhojas nos adoptaba en El País de nunca jamás.
Pero, Sastre (gracias), se empeña en hablar de bombardeos, de reservistas, de incendios mal gestionados, de realidad que vuelve a hacerme sentir la necesidad de un plan.
Ítaca, en El País de nunca jamás.
Isi, me mira.
No, ¡joder!, hoy, no hay plan.
Animo y suerte.
Animo y suerte.