Martes.
¿Y si todo fuera oscuridad?
Te levantas, temprano. Aun no ha amanecido.
Pasan unos minutos.
Todo igual. Oscuro.
No llegas a inquietarte, pero...
Ha pasado una hora.
Debería haber amanecido.
Buscas en internet.
Horario amanecer hoy.
"No se han encontrado resultados".
Notas los latidos del corazón en la sien.
Nada en las noticias de la televisión, ni en la radio.
Todo parece normal.
Solo oscuridad.
De pronto, en la linea del horizonte, un ligero resplandor.
Y Jaime, se tranquiliza.
Si, amanece.
Animo y suerte
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
Tu nombre —Jaime Sabines—
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