Viernes.
Bufff.
La justicia, ese ente, sigue con los ojos vendados.
Si, si. Hay que leer la sentencia.
Se ajusta a derecho.
Vomitivo el voto particular de ese magistral magistrado.
Difícil de valorar que es intimidación y que es violencia. Tanto o más que diferenciar abuso y violación en nuestro Código Penal.
No, no me siento cómodo.
Me muevo entre la Ley del Talion (ojo por ojo, diente por diente) y la lapidación en plaza pública.
Me muevo, entre la rabia y la vergüenza. Entre el alma y la razón.
Y pienso en mis hijas.
Estoy con Luz Sanchez-Mellado
¿Que le digo a mis hijas?
Vivimos en un estado de Derecho, torcido, inclinado.
"No te metas en un portal con cinco hombre".
Si, Luz, esa frase victimiza a todas las mujeres y criminaliza a todos los hombre.
Decía que me movía entre diferentes pensamientos, sentimientos.
¿Que le digo a mis hijas, señor magistrado?
¿Que les dice usted a las suyas?
Tal vez, mira al infinito y siente que a cumplido con su deber.
Tal vez, baja los ojos y se avergüenza de usted mismo.
Dígame señor magistrado, ¿que le digo a mis hijas?.
Animo y suerte
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