Martes.
Aun sigo empachado de tanto rojo y gualda y tanta estrella.
Estaba todo preparado. La alfombra, los oropeles, la reunión de la Megaprincesa Isabel Natividad (alias SoyPecas) con Peter, ha sido una representación.
¿Para los españoles?. No, que va. Todo este juego es una confabulación para terceros.
Que vean que nos "unimos", que somos una piña, más que una piñata. Aunque seguimos sin tener claro qué hacer.
Ella, no quiere pedir el estado de alarma. El, dice que tiene de todo y que se lo deja. Pero que ella se lo tiene que pedir.
¿Moción de censura?. No, no, que igual la ganamos y nos tenemos que comer el marrón.
Los presupuestos pendientes de aprobar. Europa, pone condiciones para los 60.000 millones que nos "regalaba" (ya no) con tal de que los usáramos bien.
Y venga banderas. Y venga excusas de la Megaprincesa.
Y Peter, venga de hacer vuelo rasante como si fuera el otro Peter (Pan) a la búsqueda de Wendy y de Campanilla.
Y más banderas.
Ha faltado solo que salieran sus Jefes de Gabinete, disfrazados de Piratas, como en aquella zarzuela de "Las Corsarias" en la que se canta el "Pasodoble de la bandera" y las fuerzas vivas de la ciudad al mejor estilo Marujita Díaz, haciendo de abanderados.
A veces, el cansancio, me produce ansiedad nocturna.
Lo siento, me he equivocado. No volverá a ocurrir.
A veces veo banderas, muchas banderas. Y oigo voces.
“Banderita, tú eres roja,
banderita, tú eres gualda;
llevas sangre, llevas oro
en el fondo de tu alma.
El día que yo me muera,
si estoy lejos de mi patria,
sólo quiero que me cubran
con la bandera de España”.
Animo y suerte.
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