viernes, 20 de octubre de 2023

Bien vs mal



Por el gran ventanal, un gran cuadro de oscuridad. Algunas luces diseminadas. En la parte más alta, dos, tres, diminutas por su lejanía. Embarcaciones, supongo.
Ya más cerca de la costa, casas y edificios con luces mortecinas. Farolas que hacen de guardianes en las esquinas, y el sonido de los primeros vehículos.
El aire que ayer se despertó, duerme.
Reviso cifras, correos, planes y para descansar la vista, leo las noticias. Un café más.
He dormido poco.
“Las decisiones que tomemos hoy decidirán las décadas por venir” dice Joe, ese señor mayor.
Más de 100.000 millones de dólares. "No podemos desistir de la paz", continuo.
Vegecio, en el año 309, ya escribió «Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum».
Si quieres la paz, prepárate para la guerra.
Pienso en la cantidad de descubrimientos y logros que el ser humano ha alcanzado, desde el fuego, a la rueda, a la máquina de vapor o a la aventura espacial. Ciencia, tecnología.
A la vez, somos capaces de las mayores atrocidades, por una bandera o por una creencia no demostrable.
Recuerdo un artículo, hace unos días, en Los Angeles times:
𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘢𝘳 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘺 𝘰𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘢𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘶𝘳𝘢𝘯𝘵𝘦 40 𝘢𝘯̃𝘰𝘴, 𝘦𝘭 𝘯𝘦𝘶𝘳𝘰𝘣𝘪𝘰́𝘭𝘰𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘚𝘵𝘢𝘯𝘧𝘰𝘳𝘥, 𝘙𝘰𝘣𝘦𝘳𝘵 𝘚𝘢𝘱𝘰𝘭𝘴𝘬𝘺, 𝘩𝘢 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘪𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰𝘴 𝘧𝘢𝘤𝘵𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘰𝘭 𝘪𝘯𝘧𝘭𝘶𝘺𝘦𝘯 𝘦𝘯 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘭𝘦𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘺 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘭𝘪𝘣𝘳𝘦 𝘢𝘭𝘣𝘦𝘥𝘳𝘪́𝘰 𝘴𝘦𝘢 𝘪𝘯𝘴𝘪𝘨𝘯𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘹𝘵𝘰.
No tenemos libre albedrío. O sea, que no decidimos libremente.
Que podrían disculparnos, las guerras, las hambrunas, las corrientes migratorias, un asesinato o una violación, porque nuestro pensamiento y nuestras acciones, al igual que el latido del corazón, se escapa de nuestro control.
Lo habrás leído muchas veces como atenuante o eximente de responsabilidad en un delito, si el delincuente padece alguna enfermedad mental.

𝐄𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐣𝐨𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐲 𝐬𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨, 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐢𝐧𝐣𝐮𝐬𝐭𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐦𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐲 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐢𝐠𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥, dijo Sapolsky. “𝐍𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐥𝐛𝐞𝐝𝐫𝐢́𝐨‧ 𝐃𝐞𝐣𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐚𝐭𝐫𝐢𝐛𝐮𝐢𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧”.

Creo que es una forma de disculpa cuando las cosas las hacemos mal.
¿Y cuando las hacemos bien?
Discernir entre el bien y el mal. Solo eso.
Animo y suerte.
Pdta.: Gracias, José María, por el artículo.

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