Cartas desde Oporto (III)

Martes.

Solo unas líneas, para contarte de mi amnesia en Porto.

Espero y deseo que te encuentres bien.

Yo, lo voy llevando. Ataques excesivos de realidad, sin quererlos.

Sueño reparador y el día (ayer) surgió soleado.

Intención de destrozar las articulaciones callejeando.

Google Map inició el camino hacia el Douro. De pronto, pasado el Jardín Botánico (Rua de Campo Alegre):

"Gire a la izquierda, este camino le evitara un pedazo de atasco"

No dijo nada de la "realidad" que asomaría unos metros más allá. Unos policías en modo despistado, franqueaban la entrada.

Personas que corrían de un sitio a otro, de la ventanilla de un coche, al interior de otro que salía rápidamente hacia otra "realidad".

Otros, buscaban el sol de lunes, mientras su aspecto y semblante mostraba su vida; o lo que quedaba de ella.

"Siga por Rua de Arrábida", dijo despreocupada la "navegadora".

No, no dijo cierre los ojos. No, no dijo esto también es Porto.

Dos policías, marcaban el fin de la pesadilla, que se quedó grabada.

Río, puentes, funicular, subir, subir, subir. Bajar, andar, subir, bajar.

Busque sardinas. Ya sabes que me gustan.

Y me dejé envolver por las curiosidades y las historias de cada una de ellas.

Cervantes y Pesso juntos. ¡Vaya pareja!

Los versos de amor que las "minhotas" bordaban en telas para sus enamorados con promesas de amor infinito.

Colores fuertes, símbolos amorosos y errores ortográficos.

Errores, siempre.

"A 400 m. a la izquierda, habrá llegado a su destino"

Animo y suerte.

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#lavidaenunataza

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#contraTupobreza
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